Pontevedra es la provincia gallega con mayor aumento de radares fijos

Lars Christian Casares Berg
ch. casares PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

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Solo once provincias españolas tienen más dispositivos en sus carreteras

26 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras en el resto de las provincias gallegas el número de radares fijos de tráfico se mantiene más o menos invariable desde hace más de cinco años, en Pontevedra sí se ha dado un notable incremento. En los dos últimos años, prácticamente se han duplicado, pasando de los 11 que había antes del 2016 a los diecinueve actuales. A los que hay que sumar la instalación de un radar de tramo. Los datos sobre los radares fijos han sido facilitados al Congreso de los Diputados por el Gobierno y revelan que solo once provincias de España tienen más radares fijos que Pontevedra.

Sin embargo, los radares fijos son solo parte de los dispositivos de control de la Dirección General de Tráfico. En Pontevedra hay una red de 45 puntos de control de velocidad, entre radares fijos y móviles, a lo que hay que sumar la vigilancia del helicóptero de Tráfico en sus desplazamientos a la comunidad autónoma.

Pero además de los radares fijos la DGT dispone de los radares móviles que gestiona la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Sobre trípodes o en los coches patrulla, permiten hacer vigilancia intensiva en las zonas predeterminadas. Galicia cuenta con 131 tramos de máximo riesgo.

Los radares Velolaser son los últimos y más pequeños artilugios incorporados por la Guardia Civil. Pueden ser transportados en las motos. La Comandancia de Pontevedra cuenta con catorce motos ya preparadas para poder transportarlos. Se trata de las mismas unidades que llevan los test de drogas y alcohol para poder hacer cualquier control en caso de accidente o sospecha de infracción por parte de un conductor.

Estos últimos radares se convertirán a buen seguro en una pesadilla para los infractores, toda vez que los fijos, pese a su incremento en número, son fácilmente localizables. Es la propia Dirección General de Tráfico la que informa de su ubicación a través de su página web. No ocurre lo mismo con los radares que portan las patrullas de tráfico y ahora llevarán también los motoristas.

Unos y otros dispositivos permiten registrar unas treinta mil infracciones por exceso de velocidad en las Rías Baixas al cabo del año, lo que permite realizar una recaudación de algo más de 1,4 millones de euros, según los datos del 2017.

Pontevedra cuenta de momento con un único radar de tramo. Estos calculan la velocidad media entre dos puntos. Una cámara capta la entrada del vehículo en el tramo controlado y otra recoge la salida, de forma que el sistema, previo registro de la matrícula del coche, es capaz de calcular el tiempo que tarda el vehículo en ir de un punto a otro y, por tanto averiguar la velocidad media. Si es mayor a la permitida, se cursa la sanción. Tráfico tiene la intención de intensificar la instalación de este tipo de radares en las carreteras gallegas. De momento hay ocho en Galicia.

Como curiosidad, la vía denominada PO-11, la autovía que une Pontevedra y Marín, es una de las carreteras de la provincia de Pontevedra que disponen desde el pasado año de un radar especialmente diseñado para detectar si el conductor está utilizando o no el cinturón de seguridad obligatorio.

La recaudación anual en la provincia asciende a 1,4 millones de euros