La provincia de Pontevedra registró 244 denuncias por desapariciones en el 2020
PONTEVEDRA
Más de la mitad de las denuncias son de reincidentes y suelen resolverse en un período de tiempo relativamente breve
12 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Desde el pasado mes de julio se desconoce el paradero de un adolescente pontevedrés que hace escasos días cumplió 17 años. Su nombre es el único de la provincia de Pontevedra que figura en la base de datos del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), si bien la denuncia de su desaparición se sumó a las otras 243 que se tramitaron en Pontevedra a lo largo del pasado año.
En buena parte de estos casos, las personas que desaparecen son reincidentes y suelen se localizadas en un tiempo relativamente breve. En este sentido, desde el Ministerio del Interior confirmaron que algo más de la mitad de estas 244 denuncias, el 51,22 % -un total de 125-, se corresponden con individuos, ya sean adultos o menores, que habían protagonizado hechos similares en el pasado.
Esto explica que este año hubiese arrancado con un centenar de denuncias activas que estaban siendo investigadas por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Entre los casos abiertos sigue figurando el de Sonia Iglesias, quien desapareció hace más de diez años y medio. «Creo que es algo que está muy presente en la mayoría de agentes de la Comisaría de Pontevedra», confirmó a La Voz uno de los policías que participaron ya en agosto del 2010 en las batidas que se llevaron a cabo para intentar localizar a la pontevedresa.
Es cierto que en la actualidad la causa judicial está archivada provisionalmente y que, incluso, se ha iniciado el procedimiento judicial para declarar oficialmente su fallecimiento, circunstancias que, a tenor de lo que sostiene este agente, no influirán en las actuaciones policiales que se puedan desarrollar. No obstante, reconoció que el paso del tiempo corre en contra de las posibilidades de que se pueda esclarecer lo ocurrido a ciencia cierta o determinar un culpable.
Lo cierto es que prácticamente desde el primer momento que se tuvo constancia de la ausencia de Sonia Iglesias su desaparición fue calificada por la Policía Nacional como «inquietante». Con este término se califican aquellas desapariciones consideradas no voluntarias y en las que existen altar probabilidades de que pudieran haber participado terceras personas.
En cualquier caso, los esfuerzos de los investigadores que ya en una ocasión lograron que se levantase el sobreseimiento provisional para practicar nuevas pruebas e interrogatorios no han dado sus frutos. Y por el momento no se ha conseguido establecer qué ocurrió en un período de apenas tres horas de la mañana del 18 de agosto, un tiempo comprendido desde que Sonia Iglesias salió de dejar un calzado a arreglar en un zapatero de Arzobispo Malvar y la hora en la que debía incorporarse a su puesto de trabajo en Massimo Dutti, momento en el que saltaron todas las alarmas.
Esta desaparición sigue siendo una incógnita, pero no ocurre lo mismo con la mayoría de denuncias que se tramitan en Pontevedra. «El porcentaje de casos que no se resuelven al cabo de unos días o semanas es muy pequeño», añaden fuentes judiciales, al tiempo que recuerdan que durante el confinamiento por el coronavirus se dieron casos de jóvenes que se ausentaron de sus hogares solo para estar con sus parejas.
En este sentido, Interior constató que en el primer estado de alarma, entre el 14 de marzo y el 21 de junio, se tramitaron 35 denuncias en Pontevedra, mientras que fueron 39 las incoadas desde el 25 octubre, cuando se decretó el segundo estado de alarma, y el 31 de diciembre.