Desestimada una denuncia de acoso laboral por parte de una trabajadora municipal

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Chalé de Fontoira, sede del área de Benestar Social del Concello de Pontevedra
Chalé de Fontoira, sede del área de Benestar Social del Concello de Pontevedra EMILIO MOLDES

La trabajadora pedía una indemnización de 28.000 euros por «daños morales» que el juzgado no contempla

19 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un juzgado de lo contencioso-administrativo de la ciudad ha desestimado una denuncia de acoso laboral presentada por una trabajadora del Concello de Pontevedra. Concretamente, se trata de una educadora social adscrita al área de Benestar Social, que dirigía su denuncia a la anterior concejal responsable del área, Carme Fouces (BNG). La trabajadora reclamaba una indemnización de 28.000 euros por «daños morales» que el fallo desestima.

La trabajadora centraba su denuncia en que durante el año 2016 sufrió «acoso laboral» consistente en el «vaciado» de sus funciones como educadora social y el «aislamiento y degradación profesional» al que, a su juicio, se habría visto sometida durante aquella etapa. La trabajadora estuvo de baja laboral entre el 18 de enero del 2017 y el 27 de junio del 2018, atribuyendo dicha situación a ese supuesto acoso laboral sufrido.

Sin embargo, la sentencia, que es firme y contra la que no cabe recurso, desmonta esa acusación de acoso laboral. Tras de analizar las pruebas documentales, periciales y testimoniales, el fallo concluye que «no queda acreditado que la situación vivida sea una situación de acoso en la que pueda entenderse que por parte de sus superiores se hubiera efectuado una campaña de desprestigio».

Tampoco se observa el «vaciado de funciones» que pretendía la denunciante. «Tal situación -sostiene la sentencia- no es corroborada por su entorno laboral ni fue así valorada por el técnico de prevención de riesgos laborales». El fallo recoge el informe de este, que apunta a la «existencia de un conflicto elevado con permanencia en el tiempo, el cual, pese a su entidad, no se ajusta a un acoso psicológico en el trabajo».