La A-57: daños severos al patrimonio y riesgo de vertidos al río Lérez

Lars Christian Casares Berg
ch. casares PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMÓN LEIRO

El informe ambiental alerta de afecciones a las aguas y destrucción de dos mámoas

26 jun 2023 . Actualizado a las 18:07 h.

Alteración de la estructura del suelo por la maquinaria y movimientos de tierra; alteración de la calidad de las aguas por vertidos accidentales; destrucción severa del patrimonio histórico. Son algunas de las consecuencias del segundo tramo de la A-57 que se proyecta entre A Ermida y Pilarteiros y cuyo informe de impacto ambiental ha recibido luz verde este mes.

Durante la fase de obra, se describen los siguientes impactos sobre la hidrología: alteración de la calidad del agua debido a los movimientos de tierra y a la maquinaria, especialmente en las inmediaciones de drenajes y viaductos que salvan cauces; intercepción de cuencas; alteración y contaminación de acuíferos por la desviación temporal o permanente de caudales, por la impermeabilización de superficies y por vertidos accidentales. Son extractos literales de cómo la obra afectará a una zona de especial interés natural. Hasta tal punto que impacta incluso a una zona declarada como Red Natura, una figura de protección ambiental avanzada de la Unión Europea. Durante la fase de explotación, se producirá un efecto barrera en el flujo de agua, incluido el flujo subterráneo, y un posible riesgo de inundaciones. Estas son, tomando nuevamente la literalidad del informe del Gobierno central, las afecciones previstas al medio natural.

Por lo que respecta a otros puntos de agua, sí que existe constancia, por los inventarios realizados durante la fase de proyecto y del Estudio Ambiental, de la existencia de numerosos puntos que se verán afectados, especialmente en las proximidades de las poblaciones entre las que discurre la infraestructura. Asimismo, indica el informe, la obra «podría afectar al flujo de agua subterránea».

Afección al agua que se bebe

Durante toda la tramitación de la ansiada circunvalación de Pontevedra se han barajado diversas alternativas, algunas más alejadas de Pontevedra, pero se ha optado por esta opción que cruza el río Lérez entre las parroquias de Bora y Xeve con un viaducto sobre el cauce de más de 700 metros. El proyecto que se acaba de aprobar medioambientalmente da continuidad al tramo Vilaboa- A Ermida, ya en obras. El informe de impacto ambiental del futuro tramo recoge que, al menos durante las obras, se producirán afecciones a un recurso imprescindible para la población de Pontevedra y su entorno: el río Lérez, de donde se abastece la población de la ciudad y su comarca para beber.

Los técnicos estiman también que se producirá una destrucción de hábitats faunísticos debido al despeje y desbroce previo a las explanaciones, así como un efecto barrera y una pérdida de conectividad ecológica del territorio por la destrucción o alteración directa de varios factores del medio que constituyen un corredor ecológico.

El proyecto atraviesa, en viaducto y en una pasarela peatonal, la Zona Especial de Conservación Río Lérez, también incluida como Zona de Especial Protección de los Valores Naturales en la Red Gallega de Espacios Naturales Protegidos.

Entre las apreciaciones del documento se advierte de que elementos arqueológicos, arquitectónicos y etnográficos se verán seriamente dañados, concretamente dos mámoas, un cruceiro, doce hórreos, siete cierres, una presa, tres viviendas, dos fuentes, un alpendre, un depósito de agua, dos lavaderos, un camino tradicional, un camino de origen medieval, dos molinos y una caseta. «Cabe destacar los elementos de las mámoas ­—dice el informe— de Monte Barburiña y el topónimo A Rega Moura por ser afectadas de manera severa por el proyecto. Ambas alternativas circulan entre los túmulos, en la zona A Rega Moura, que presenta vegetación densa y alto potencial arqueológico».