Benjamín, el hortelano que vigila de cerca a la superestrella del Camino Portugués

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Benjamín, vigilando desde su huerta el enorme mural del elegante hombre del sombrero, es decir, de Tino Lores.
Benjamín, vigilando desde su huerta el enorme mural del elegante hombre del sombrero, es decir, de Tino Lores. CAPOTILLO

Mientras le quita las hierbas a los tomates en una huerta de Pontevedra, observa perplejo como peregrinos de todo el mundo fotografían el mural del famoso hombre del sombrero: de Tino Lores

10 jul 2023 . Actualizado a las 11:51 h.

Habría que hacer la prueba del algodón. Pero es muy posible que, ante una foto de Tino Lores y otra de Bruce Springsteen, fuesen unos cuantos los peregrinos que reconociesen antes al pontevedrés que al jefe del rock mundial. ¿Por qué? Porque Tino Lores, impulsor del Camino Portugués y presidente de la asociación del mismo nombre, se ha convertido en una especie de estrella de la ruta jacobea. No hay foro de peregrinos, en español, portugués o en otros idiomas, que no hablen de él. Y por eso, cuando los caminantes entran en Pontevedra, a nadie le sorprende toparse con un enormísimo mural en la pared de una casa en la que saluda a tamaño gigante el hombre del sombrero, es decir, Tino Lores. ¡Todos le conocen!

CAPOTILLO

Lo cuenta así Benjamín. Él es guardián de Tino Lores. La casa que alberga su mural, en O Gorgullón, es de su familia y él se pasa los días —menos el jueves, que hace excepción porque se va de pesca— en la huerta de más de mil metros que la rodea. El hombre, mientras saca hierbas a las lechugas o a los pimientos con tanta dedicación que casi podría se comer sobre el suelo de tierra, observa por el rabillo del ojo cómo los caminantes fotografían el mural, donde se indica que, efectivamente, Tino Lores es una de las estrellas del Camino. Señala que como mucho algún despistado le pregunta quién es ese de la pintura. El resto, dispara y listo: «¿Quen non vai coñecer a Tino?», se pregunta entre risas este hortelano, que cree que el mural le da un toque bonito al Camino Portugués en Pontevedra.