La primera fase comprende desde A Barca al paso de cebra de Andurique
29 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Como un día histórico. Con estas palabras, Ángel Moldes aludió este martes a la firma del convenio entre el Concello de Poio y la Xunta de Galicia para acometer la primera fase de humanización de la PO-308. Se trata de un intervención que abarcará desde la rotonda de A Barca hasta el entorno del paso de cebra de la avenida de Andurique con un coste de 1,7 millones de euros, de los que el 30 % serán aportados por el gobierno local y el 70 % restante por el Ejecutivo.
Este acuerdo, además, recoge el cambio de titularidad a favor del Concello del dominio público viario asociado a este tramo de la carretera de la costa que va desde el entorno del puente de A Barca al punto kilométrico 0,48.
En este sentido, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien estuvo acompañado por la conselleira de Vivenda, María Martínez Allegue, destacó que se trata «dunha das zonas urbanas máis transitadas de Galicia, nunha posición estratéxica» al ser una de las vías de entrada y salida de la ciudad de Pontevedra, además de canalizar el tráfico, sobre todo en temporada estival, hacia Sanxenxo. Tras recordar que en la parroquia de San Salvador residen unas ocho mil personas, sostuvo que «teñen dereito» a que «o tráfico intenso sexa compatible cunha contorna o máis humanizada e agradable posible».
Rueda enfatizó, de igual modo, que en esta obra, «ao contrário do que soe facer normalmente a Xunta de Galicia, que executamos as nosas obras, sobre todo cando as aportacións son importantes, vaina executar o Concello de Poio (...). Asumen unha enorme responsabilidade».
Esto implicará que el Ejecutivo autonómico transferirá el dinero al gobierno local, que será quien se encargue de toda la tramitación, incluida la ejecución.
A este respecto, Ángel Moldes estimó que los trabajos podrían licitarse en los próximos tres meses de este año con la intención de que, una vez se haya pasado La Vuelta Ciclista, iniciar las obras, en torno al mes de septiembre. Los trabajos se prolongarán durante aproximadamente un año, tiempo en el que «hai que ser conscientes de que esta obra é das chamadas obras vivas, hai que facelas ao mesmo tempo que segue a circulación, segue a xente vivindo no sitio e, polo tanto, un pouco de paciencia», apuntó Alfonso Rueda.
Prioridad a los peatones
Los principales objetivos de esta primera fase serán garantizar la accesibilidad, dar prioridad a los peatones y fomentar hábitos saludables. Entre otras acciones, «reordenarase o espazo público coa renovación do firme e pavimentación de beirarrúas; crearanse aparcadoiros, zonas de carga e descarga e estacionamento para persoas con mobilidade reducida, e instalaranse zonas axardinadas e mobiliario urbano», añadieron desde la Xunta.
De este modo, Javier Vázquez, de la consultora Episa, sostuvo que «temos un exceso de espazo dedicado ao vehículo (...), un exceso de asfalto», por lo que se buscará «garantir o espazo público como dereito», al tiempo que se mejora la movilidad y se fomenta la movilidad sostenible y activa, se favorece la economía local, «é dicir, revivir a zona e crear espazos seguros e accesibles».
En cuanto a futuras actuaciones de humanización en la PO-308, Ángel Moldes insistió en la necesidad de que estas alcancen hasta el entorno de las proximidades de la gasolinera de Porteliña.
El Concello remitió el proyecto del parque de Colón para acceder a las subvenciones
Durante su intervención para dar cuenta de las actuaciones en la primera fase de la remodelación de la PO-308, el alcalde de Poio anunció que este mismo martes se remitió a la Diputación de Pontevedra el proyecto «de reforma dun parque onde van a desfrutar os máis pequenos da casa». De este manera, Ángel Moldes confirmó que el parque infantil temático que se ubicará en Ánkar centrado en la figura de Cristóbal Colón será una realidad, por lo que opta a recibir una subvención de la Administración provincial.
De hecho, cuando presentaron este proyecto, ya señalaron que el mismo contaba con los permisos de Costas del Estado, por lo que el siguiente paso sería «buscar liñas de investimento para executalo ao longo» de este año.
La intención es que esta área de juego, que sustituya a la actual, cuente con aproximadamente trescientos metros cuadrados de superficie acogiendo, entre otros elementos, una réplica de la carabela Santa María con elementos de juegos integrados, caso de un tobogán. Además, los niños podrán disfrutar en este parque de un juego giratorio tematizado imitando los barriles que las embarcaciones de los siglos XV y XVI llevaban en sus bodegas y de dos pórticos de columpios con asientos planos y asiento inclusivo, un rocódromo, además de otros elementos para los más pequeños. «Esta nova proposta non só permitirá ampliar a franxa de idade do parque actual, senón que tamén aumentará o número de usuarios», añadió en su día Ángel Moldes.