Elohim guía a La Voz en un recorrido por la muestra que se puede visitar en el Liceo Casino
12 feb 2025 . Actualizado a las 16:25 h.¿Colón descubrió América?, que actualmente se puede visitar en el Liceo Casino de Pontevedra, es una de las exposiciones que más debate está generando, en gran medida, por la aplicación de la inteligencia artificial (IA) a la hora de acercarse a cuál podría ser el rostro del almirante. El propio autor, Elohim, se ofrece como guía en un recorrido que arranca, precisamente, ante un retrato muy conocido de autoría anónima y fechado en torno a 1.530.
«La IA para mí ha sido una máquina del tiempo que me ha permitido viajar a la historia. Lo que hace esta exposición única en el mundo y pionera es que he traído de antiguos retratos, de esculturas e, incluso, de monedas al personaje hiperrealista que estaba detrás del caballete o el que el escultor estaba viendo. He traído al humano porque realmente no sabemos cómo es la cara de Colón. Es uno de los grandes misterios», reconoce el artista pontevedrés deteniéndose ante la reproducción del retrato de Cristoforo Colombo, de Rodolfo di Domenico Bigordi, quizás la pintura más difundida en internet en torno al mito del navegante.
A su lado, la recreación del Papa Inocencio VIII obtenida de una moneda y de que quien una teoría afirma que pudo ser el padre biológico de Colón. En este punto, Elohim tiene claro que, «independientemente de que haya descubierto América o no, ha sido el primer emprendedor de la historia. Ha manejado su aventura como una startup, como una empresa tecnológica. Tenía un plan de negocio, un business plan, que era un mapa al que rodean diferentes leyendas (...), y ese era su plan de negocio de cara a los Reyes Católicos».
«Hasta en cuatro ocasiones no apuestan por este proyecto porque lo ven demasiado loco. Es entonces cuando, al parecer, interviene fray Juan Pérez y un aristócrata, Luis de Santángel, que sería el business angel —el inversor—, ya que es el que les dice ‘si vosotros apostáis por esta aventura de Cristóbal Colón, apuesto yo'», matiza Elohim uniendo presente con pasado.
El recorrido continúa a través de distintas imágenes de Pontevedra y su comarca, como la Basílica de Santa María o la ruinosa vivienda que se ubicaba en Portosanto, en Poio, donde hoy se levanta la Casa Museo de Colón.
La exposición entronca, a continuación, con otra pseudoteoría, la que asimila al navegante con Pedro Madruga. Y Elohim rescata esta hipótesis recreando un joven Cristóbal Colón a través de la fusión de diferentes caras teniendo como base principal una antigua pintura: «Lo traje de joven con una belleza —confiesa el artista pontevedrés— porque, al mismo tiempo, he querido sacar la belleza de los personajes».
La Santa María navegando por la Illa de Tambo, las flotas templarias —la historia de esta orden religiosa y su, por así decirlo, sucesora, la Orden de Cristo, están muy presentes—, Enrique El Navegante, los hermanos Pinzones, o Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los Reyes Católicos, son otras de las imágenes hiperrealistas que uno puede contemplar en la primera parte de un exposición que estará abierta al público hasta el 21 de febrero.
Terreno especulativo
La segunda parte arranca con la recreación por IA de la Diosa Fortuna, simbolizando cómo los navegantes se encomendaban a esta deidad a la hora de emprender sus singladuras. Además de retomar la idea omnipresente de los templarios y el grial —«yo veía ya de niño en el Carabela, las carabelas con la cruz. Siempre me llamaron la atención los templarios», señala Elohim—, esta fase de la exposición se centra en anteriores civilizaciones y navegantes que pudieron haber arribado en América antes que Cristóbal Colón, caso de los fenicios o, incluso, los egipcios, y sin olvidar a los vikingos o a estudios más recientes que aluden a los rapa nui.
«Ahora aquí entramos en el terreno de la especulación», advierte. Por este pasillo de la segunda planta del Liceo Casino parecen cobrar vida los rostros de Marco Polo, uno de los grandes referentes de Colón; Piri Reis, navegante, cartógrafo y corsario otomano; Américo Vespucio, comerciante, explorador y cosmógrafo florentino; Alonso Sánchez de Huelva o el prenauta, un personaje que no se sabe si existió que se dice que viajó al Nuevo Mundo antes que Colón; o Leif Erikson, vikingo nórdico apodado El afortunado que también se dice descubridor de América... En todo caso, Colón fue el único que fue «puente entre Europa y América, fue el que estableció relaciones comerciales y fue el que, en cierta medida, a través de sus viajes llevó a gente de aquí, de España y de Europa, con su cultura, arquitectura, religión...», remarca.
Por otro lado, «las imágenes están tokenizadas, tienen un smart Contract o contrato inteligente y ya forman parte de la Blockchai. Cada una tiene su NFT», añade con la idea de que, llegado el momento, puedan ser subastadas.
En cuanto al empleo de la IA matiza que, «aunque pensemos que lo hace todo, uno tiene que utilizar el pensamiento creativo y dedicar horas para poder afinar y llegar a conseguir que, efectivamente, veas un retrato y veas al hombre que está detrás del retrato». Además, cada imagen va acompañado de un pergamino que la contextualiza y en los que el artista pontevedrés ha empleado la inteligencia artificial para que cruce todos los datos a su alcance y extraiga unas conclusiones: «Esta exposición lo que pretende es que sea interactiva, que cada uno de los visitantes, a través de los pergaminos (...), tome sus propias conclusiones y conteste a la pregunta que lleva por título la muestra».