Yoli Saa, cantante: «'Mar de Ardora' es un disco mucho más oscuro que el anterior»

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Martina Miser

La pontevedresa publica este viernes su segundo trabajo discográfico en el que, además del desamor, habla «del duelo y la pérdida, de la ansiedad, de la necesidad de validación»

12 feb 2025 . Actualizado a las 16:20 h.

Este viernes, coincidiendo con el Día de los Enamorados, la pontevedresa Yoli Saa saca su segundo trabajo discográfico, Mar de Ardora, «un disco bastante intenso, un disco mucho más oscuro que el anterior donde hablo, no solo del desamor, que es la tónica común un poco de mis canciones hasta ahora, sino que también hablo del duelo y la pérdida, de la ansiedad, de la necesidad de validación. Me he vulnerabilizado más y hablo más de cosas que tienen que ver más conmigo y con las cosas que nos pasan por dentro a los seres humanos en un momento malo que con que con estar despechada o triste por otra persona», remarca al respecto.

—¿Tal vez parte de estos sentimientos son consecuencia de la vorágine de estos últimos años?

—Creo que claramente es un cúmulo de cosas. En general, vamos muy rápido y muchas veces no tenemos mucho tiempo o no nos tomamos mucho tiempo para escucharnos. Cuando eres una persona que, como yo, sigues, sigues, sigues y tiras, tiras, tiras, venga lo que te venga, tarde o temprano te pasa factura. Es un cúmulo de cosas personales y, por supuesto, también tienen que ver con la vorágine tan rápida en la que me he visto envuelta, por eso hay canciones que hablan sobre la validad en la música, o cómo sentirte importante, o cómo te ven desde el escenario y cómo estás en realidad por dentro. Cosas que son bastante vulnerables y que da un poco de miedo sacarlas al exterior para que todo el mundo pueda escucharlas, pero cosas que necesitaba decir.

—¿Y qué se siente una vez se saca todo esto al exterior?

—La verdad, mucho miedo. Al principio, parece una especie de precipicio al que te has llevado tú sola, pero es un disco en el que llevamos trabajando mucho tiempo y, aunque para la gente vaya a ser algo nuevo, yo llevo cantando estas canciones y llorándolas en casa mucho tiempo. La emoción está ahí, pero sí que es verdad que creo que este disco es necesario cantarlo con un poco de distancia porque sino es difícil. Da miedo, pero, a la vez, ya tengo ganas de soltarlo. Tengo muy asimilado todo lo que lo que he dicho ahí dentro.

—¿Qué sensaciones tiene cuando ya ha comenzado la cuenta atrás para la salida del disco?

—La verdad es que estoy con esos nervios típicos y normales de antes de sacar un disco en el que has estado trabajando dos años. Pero estoy, también, como muy expectante, muy contenta de que salga ya, como que, de alguna manera, estás dejándolo volar. Ya he hecho el proceso de asimilar todo lo que va dentro de ese disco, que no es poco, y dejar ahora que sea vuestro.

—Después de dos años de producción, ¿es como un hijo?

—Hasta ahora tenía la sensación de que sí que era como un hijo y ahora tengo más la sensación de que, más que un hijo, es como una parte de mí de la que no me puedo olvidar, como si fuese una especie de bloc de notas donde apuntas cosas importantes que no deberías olvidarte para la vida. Creo que volver a estas canciones me va a hacer recordar muchas cosas y sitios a los que no quiero volver o cómo podría no volver a estos sitios otra vez.

—Una vez publicado, ¿qué es lo siguiente? ¿Una gira?

—Va a venir una gira, una gira larga, la verdad. Faltan algunas ciudades por confirmar, pero ya está el grosso de la gira y con las entradas disponibles. Empezamos el 14 de marzo, justo un mes después, para que la gente tenga tiempo de masticarlo, asimilarlo, aprenderse las canciones y venir a tope a los conciertos. Es la parte que más me gusta, sin duda, y siempre me gusta que esta parte sea larga. Hasta junio vamos a estar con la gira y, a partir de ahí, festivales y, ya sabes, ayuntamientos, fiestas... Y después del verano, si todo va bien, pues nos iremos a Latam. Ya hemos estado en México dos veces y repetiremos, y haremos algún país más. Va a ser un año intenso, pero con muchísimas ganas. He estado dos años esperando este momento, así que vamos con todo.

—¿Y la veremos por Pontevedra, por su ciudad?

—Pontevedra no está todavía. Es de las pocas ciudades que faltan, pero es verdad que no quiero venir a Pontevedra yo con la guitarra o en acústico con dos músicos. Quiero que en mi casa se puedan ver los shows que hacemos más grandes, como los de Madrid o Barcelona. Estamos viendo la manera de traer a toda la banda, al técnico de luces, al técnico de sonido, para que veáis lo que hago en otras ciudades. Me apetece venir con todo a mi casa y ya es un capricho personal. No quiero hacerlo hasta que no encontremos la mejor manera de poder hacer eso.

—En estos momentos de promoción tan intensa, ¿hay tiempo de preparar nuevas canciones?

—Bueno, en este caso ha pasado tanto tiempo desde que he escrito este disco que estoy escribiendo mucho. Hay veces que dices: «Cuando estoy mal es cuando más escribo». Pero ahora estoy en una buena época, creo que he madurado mucho con este disco, me he vuelto mucho más reflexiva y eso hace, de alguna manera, que esté más creativa porque reflexiono más cosas. No sé si tengo más cosas que decir, pero sí que hay más pensamientos en mi cabeza. Es verdad que, tanto componiendo para otros como para mí, están saliendo canciones, temas en un tono más positivo. Ya sé qué va a ser lo siguiente que va a salir, lo cual me parece que está guay. Nunca me había pasado. Con ganas, primero, de disfrutar esto y luego, ya, que venga lo que tenga que venir.