El Supremo frena a un padrastro de Pontevedra que quería esquivar la prisión por abusar de su hijastra mientras dormía

PONTEVEDRA

La madre de la víctima, que era menor, lo denunció hace seis años y, aunque en todas las instancias le dieron la razón, aún no entró en la cárcel. Ahora lo condena el Alto Tribunal
22 may 2025 . Actualizado a las 14:06 h.El Tribunal Supremo acaba de dictar una sentencia que confirma la condena de once años de prisión para un vecino de Pontevedra por abusar de su hijastra cuando esta era menor de edad. No se trata de un caso cualquiera por muchas razones, entre ellas que hace nada menos que seis años que la víctima puso la denuncia contra él y todavía no vio que su padrastro y abusador entrase en prisión. Encima, según relata la familia de la víctima, él sigue haciendo vida normal —se supone que ahora le quedan días contados para ir a la cárcel— y se dedicó a intimidar e importunar a la víctima en todo este tiempo. De hecho, se lo tuvo que encontrar en numerosas ocasiones, provocándole, según explica la familia, continuas crisis de ansiedad y pánico, y obligándola a pedir de forma reiterada órdenes de alejamiento.
En el año 2019, tras vivir un infierno, esta joven, junto a su madre, se atrevió a dar un paso tremendamente difícil: denunciar a su padrastro por haber abusado sexualmente de ella aprovechando su somnolencia. El caso no llegó a juicio hasta el año 2021, es decir, que la víctima tuvo que revivir todo dos años después de haber puesto la denuncia y mientras veía que sobre él no recaía ninguna consecuencia práctica, porque seguía con su vida y provocando los encontronazos con ella y su madre. El hombre no tuvo reparos en decir ante la Audiencia Provincial que había sido la chiquilla, que entonces tenía catorce años, la que le «había provocado». Su estrategia de atacar a la víctima, contando que se drogaba y consumía alcohol, no le sirvió de nada. Cinco meses después, en el 2022, la Audiencia le condenó a once años de prisión por tres delitos de abuso sexual con la agravante de parentesco.
Parecía entonces que la joven por fin se libraría de tener que ir por la calle con el pánico que sentía a encontrarse a esta persona. Pero no fue así. Le condenaron, pero hubo un error y no le pusieron orden de alejamiento, así que tuvo que reclamarla después. Tampoco le sirvió de mucho, porque él, según denuncia la familia de la víctima, insistió en importunar a su hijastra y también a su exmujer, a la que denunció hasta la saciedad por numerosas cuestiones, muchas de ellas muy dolorosas al estar relacionadas con las dos hijas que ellos tuvieron en común.
El hombre no entraba en prisión pese a esa larga condena porque iba recurriendo. Primero acudió al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que no le dio la razón y confirmó la sentencia de la Audiencia de Pontevedra. Agotada la vía judicial en Galicia, apeló en casación al Tribunal Supremo, que también acaba de fallar en su contra en una sentencia contra la que ya no cabe recurso alguno y en la que además le impone las costas.
Ni un solo argumento aceptado
El recurso presentado por el condenado al Supremo incluía numerosos argumentos, entre ellos que se había vulnerado su derecho a la presunción de inocencia. Le dicen que no hay nada de eso. También, que no es cierto que se diese por buena la versión de la víctima sin argumentarse esta debidamente. Y, aunque el Supremo le tira un poco de las orejas a la Audiencia de Pontevedra porque tardó varios meses en emitir sentencia desde que se celebró el juicio, tampoco acepta aplicar a este caso el atenuante de dilación indebida.
La sentencia ha sido emitida por el Tribunal Supremo el día 7 de mayo del 2025. Ahora se la tiene que trasladar a la Audiencia de Pontevedra. En cuanto lo haga, se supone que el padrastro en cuestión será requerido para entrar en prisión. Si lo hace, quedarán atrás algo más de seis años de espera y desesperación para una joven que en el año 2019 dio el paso de denunciar lo que había sufrido.