

















El colombiano invitó al público del Costa Feira a participar y se cayó redondo sobre el escenario tras oír la respuesta
31 jul 2025 . Actualizado a las 10:16 h.Tenía que ser una venezolana quien hizo trizas anoche a un Sebastián Yatra que llegó a Sanxenxo sin saber bien en qué provincia estaba. «¿Pero esto es no es A Coruña?» Llegó a preguntar a una de las fans con las que interactuó durante el concierto Costa Feira. Fueron varias las espontáneas que derrocharon gracia de la mano del colombiano que supo encandilar con sus ritmos, baladas y sus entrevistas improvisadas. En una de sus preguntas, la respuesta de una fan lo dejó tocado y hundido. Justicia íntima para Aitana que dirían algunos. Yatra estuvo íntimo por momentos, travieso y divertido en otros, en un concierto que fue in crescendo y en el que ni el más escéptico se libró de seguir el compás del pop latino.
Su «Milagro» fue el inicio de una noche que empezó melancólica y «sin pensar». El colombiano llegó a contar que la última vez que estuvo en Galicia estaba pasando un momento difícil y «de desasosiego»: «Hasta en un paraíso como este encontraba solo oscuridad», confesó. Ahora está mejor. «Ya soy capaz de ver el color y valorar a la gente que tengo a mi lado», explicó antes de entonar «Un año», como un himno a dejarse llevar por el amor y el corazón.
El Yatra más juguetón animó al público a subir al escenario y se dedicó a cantar más que bailar, aunque parar, no paró. Conectó desde el principio hasta el final entre canciones, discursos y bromas. Se recreó en los andamios sobre el escenario que daban altura al espectáculo. Se subió al tema «Tacones Rojos», que lo hizo triunfar en España hace más de dos años, y disfrutó con su «Pedazo de sol» en una noche que estuvo marcada por el humo de un incendio próximo. Su verso el "mundo en llamas, yo de concierto", no pudo ser más descriptivo. Para seguir caldeando el ambiente, sonó la voz de Ainhoa, una fan que saltó al escenario, invitada por el músico. Ella le entregó una carta para leerla en privado y él la invitó a cantar. Juntos se entregaron en "Cómo mirarte" entre numerosos aplausos del público que disfrutó del giro de guion y de la afinación de la espontánea. Lo mejor estaba por llegar.
El momento álgido de la noche no lo protagonizó una, sino dos fans. Yatra preguntó primero al público quién tenía el corazón roto. Pocas manos alzadas. No se lo creyó, quiso el colombiano más confesiones e insistió en dar la palabra a los presentes, suponiendo alguna herida abierta entre quienes evitaban posicionarse. Tenía razón. Dos mujeres venezolanas se convirtieron en protagonistas frente a un Yatra que asumió el papel de entrevistador y que tiró del hilo.
No hizo falta insistir para que una de ellas, «de padre colombiano y con mucho orgullo», como ella misma explicó, regalase al público una lección de amor propio. «Estamos celebrando, mi amiga Allende y yo. Después de siete años de relación, el chico de mi amiga se fue... Que dios lo bendiga. ¡Lo que no sirve, se bota!». El público rompió en aplausos y vítores mientras Yatra se echó al suelo inmediatamente, víctima de una muerte súbita de quien se sabe autor de una de las rupturas más comentadas del panorama musical. El cantante, entre la vergüenza y el humor, acabó resucitando para dedicarle después la canción «Amén» a la protagonista de ese instante, a la que también elogió por tener amigas como la que le estaba acompañando en el concierto y en el duro trance.
El espectáculo fue a más. Sebastián se fue a París y se hizo el «Vagabundo» antes de despedirse de Sanxenxo con una dedicatoria en la que confesó amor por la localidad turística. Él, que tiene fama de ir dejando sin mirar atrás, también dijo adiós a Galicia. Será Leiva quien tome el relevo este sábado en el Costa Feira para un concierto para el que hace días que no quedan entradas y que promete ser uno de los eventos musicales de las Rías Baixas este verano.