La Diputación busca inquilino para el restaurante del Museo de Pontevedra

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los primeros diez años estuvieron en manos de Ultramar, de Pepe Viera
Los primeros diez años estuvieron en manos de Ultramar, de Pepe Viera RAMON LEIRO

La adjudicataria tendrá que asumir varias mejoras en el local que serán descontadas después del canon anual

02 oct 2025 . Actualizado a las 19:20 h.

Un día después de que acabase la concesión de Ultramar, el restaurante de Pepe Viera en el bajo del Museo de Pontevedra, la Diputación saca a licitación la explotación de la actividad. Se busca inquilino para dar continuidad al servicio de hostelería. La adjudicación del futuro negocio será por un plazo de seis años con otros cuatro prorrogables si ambas partes están de acuerdo. En esta ocasión, la empresa que resulte ganadora tendrá que ejecutar obras de mejora en el local y el coste de las mismas se restará del canon de explotación que fija el pliego de condiciones. Y es que el local necesita varias mejoras. Entre ellas destaca la adecuación de la accesibilidad de los baños, la reparación del pavimento y el control de olores. La concesionaria deberá ejecutar estos trabajos en un plazo máximo de seis meses desde que reciba los permisos y la licencia de obra y, siempre dentro de los primeros seis años de la concesión.

Desde la Diputación de Pontevedra estiman que estas mejoras podrían ascender a los 75.500 euros más IVA, que después se amortizará mediante la reducción del coste de la concesión. El canon anual mínimo de licitación está establecido en 22.563, 34 euros. Cuando el grupo empresarial de Pepe Vieira asumió la gestión del restaurante acometió unas obras de acondicionamiento de casi 400.000 euros, y sumó otros 200.000 euros años después, según explica el cocinero con dos estrellas Michelin.

Con esta adjudicación, el Museo de Pontevedra espera dar continuidad al uso que tenía el bajo del edificio Sarmiento en los últimos diez años. Cuando se sacó por primera vez a concurso fue la empresa Pepe Vieira SL la que ganó el concurso y abrió Ultramar, un negocio con el que ofrecía otra versión de su cocina y complementaba el restaurante gastronómico que ya tenía en Camiño da Serpe. Esa primera convocatoria fue por cinco años prorrogables otros cinco. La Bienal de Arte llevó a la Diputación a prolongar unos meses más la gestión del restaurante para no dejar al Museo sin el servicio en un momento de tanta actividad. Pero hace unas semanas advirtieron a Pepe Vieira de que el 30 de septiembre tendría que cerrar Ultramar.

Punto de encuentro

Finalizada esta concesión, el organismo provincial apuesta porque este espacio mantenga su uso, al ser un lugar «xa consolidado como punto de encontro lúdico-cultural». El espacio del restaurante está situado en la planta baja del Museo con un acceso independiente. Quizás eso, como ha señalado Pepe Vieira en una entrevista en La Voz de Galicia, es una de las claves para que hubiese funcionado con éxito en la última década. El cocinero reconoce, además, que el local tiene unas dimensiones enormes y requiere una gran logística para que funcione bien. Hasta ahora trabajaban en él 16 personas. Y es que ocupa una superficie de unos 160 metros cuadrados y cuenta con una cocina equipada. El espacio de cafetería, que está en el mismo bajo, ocupa unos 168 metros, a los que hay que sumar el espacio de la terraza situado entre el Edificio Sarmiento y Castelao.

Los interesados podrán presentar su propuesta hasta el 3 de noviembre

 

 

Los hosteleros que estén interesados en gestionar la cafetería y restaurante del Museo tendrán hasta el próximo 3 de noviembre a las diez de la mañana para presentar sus propuestas.

El procedimiento de adjudicación será en régimen de concurrencia competitiva. El 49 % de la valoración recaerá en criterios de juicios de valor y se tendrá en cuenta el concepto gastronómico, la identidad de marca, la integración patrimonial y el diseño del espacio, además de «articular un relato culinario singular e coherente co discurso do Museo». La Diputación busca que el diseño integre los espacios interiores y de la terraza y aporte una experiencia al visitante.

En el pliego de condiciones, también advierten de que se valorará la experiencia y el currículo del «equipo humano y la estabilidad contractual, así como la calidad del estudio de mercado y de la estrategia comercial». El 51 % restante de la valoración recaerá en la propuesta de incremento del canon mínimo y en el compromiso de aplicación de un sistema de calidad UNE o de Q de calidad turística.

Los interesados tienen todavía un mes por delante para formalizar su candidatura y devolver la vida al bajo del Museo.