Pollos que campan a sus anchas para recuperar el sabor del que cocinaban las «abuelas»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Avigal comercializa un nuevo producto con especies criadas en 13 granjas gallegas con una alimentación natural

04 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La alimentación preocupa cada vez más. Y son muchos los que revisan el etiquetado de los productos para ver el origen de lo que meten en la cesta de la compra. Este cambio de tendencia hacia lo saludable ha llevado a las empresas gallegas a redoblar esfuerzos en esa línea. Avigal, una de las compañías de referencia en la producción de carne de ave en Galicia, se ha embarcado desde Pontevedra en un proyecto muy ambicioso que lleva a cabo en 13 granjas repartidas por toda la comunidad. Porque de lo que se trata esta nueva gama de productos es de que los pollos sean saludables desde que nacen y de que en el plato recuerden a los que cocinaba «la abuela». Matilde Prieto, responsable en Márketing en Avigal, reconoce que volver al sabor del pollo «que se comía hace años» es uno de los objetivos con el que lanzan la nueva línea, Pollo Pío Campero.

Pero para recuperar ese sabor de antes, la empresa lleva más de un año trabajando en este proyecto, que arranca con el control de las granjas para que cumplan una serie de requisitos. Los animales deben contar con un acceso directo al campo, permitiendo que puedan salir libremente, moverse a su ritmo y crecer en un entorno natural. «Estos aspectos son claves, deben poder entrar y salir cuando quieran, tener unos metros cuadrados determinados de campo, que no puede ser un pedregal, tiene que ser hierba para que se puedan alimentar», añade Matilde. Esa menor densidad en las explotaciones garantiza el nivel de bienestar animal que exigen los exhaustivos reglamentos de la Comisión Europea para el desarrollo del animal y para la comercialización de las aves de corral.

Dos meses de cría

Cada pollo se cría durante un mínimo de 56 días, el doble de tiempo que el industrial. Es un crecimiento más lento, que le ayuda a dar una «textura firme y un sabor inconfundible». «La densidad de las granjas se mide en kilos por metro cuadrado porque el animal va creciendo. La normativa es muy exigente y controla también la estirpe del animal, que la alimentación sea vegetal y marca una edad mínima antes del sacrificio, además de la salida al exterior», puntualiza Matilde Prieto. De ahí que el lema que emplea Avigal para su campaña sea «el pollo que va por libre».

La alimentación es uno de los pilares de este producto que lanzan al mercado. Además de comer a demanda en el campo, la compañía elabora los piensos a base de ingredientes vegetales. El 65 % serán cereales, en los que predomina el maíz, pero están enriquecidos con vitaminas y minerales. Por el momento están trabajando con 13 granjas, pero la previsión de Avigal es ir sumando más a este proyecto. Es un proceso lento por las exigencias legales para que se pueda vender bajo como pollo campero.

El trabajo en las granjas es exhaustivo. La compañía controla la humedad, la temperatura, la luz, el CO2 y el amoníaco «para asegurar un ambiente saludable para el animal y mantiene los estándares más exigentes de bioseguridad».

El Pollo Pío Campero es uno de los proyectos más ambiciosos de Avigal, una firma que genera 300 empleos en su planta de Pontevedra y tiene un volumen de negocio de 150 millones de euros. Siguiendo la filosofía con la que nace este producto, inicialmente solo se comercializará en mercados tradicionales y en carnicerías. Esta semana han montado un puesto en la plaza de Pontevedra para dar a probar este nuevo lanzamiento.

Desde la compañía avícola aseguran que por el momento tiene una producción limitada que está pensada para comercializarse entero para prepararlo, sobre todo, al horno. Cuentan, además, con el sello Galicia Calidade por ser un pollo que vive en semilibertad en el campo.