Casas a subasta sin que los dueños lo sepan: «Hay bastantes propietarios con deuda a los que les pasa porque no se personan en la causa»
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CUNTIS
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El dueño de la vivienda A Majita de Cuntis, por la que se hizo una puja, no era conocedor de la misma, ya que tras una ejecución hipotecaria no es obligatorio hacer notificaciones al deudor
19 ene 2024 . Actualizado a las 20:15 h.A Carlos López Dono, vecino de A Estrada, le causó impresión saber que la vivienda de turismo rural que regentó durante años junto a su mujer en Cuntis, un inmueble llamado A Majita, estaba siendo subastada por el juzgado de Caldas. Era consciente de que había tenido problemas con el banco por la deuda que había contraído con él, pero no se había enterado de que la puja por su casa ya estaba en marcha (de hecho, finalizó este jueves). ¿Es habitual que esto suceda? Nada mejor que preguntar en el juzgado que puso en marcha la puja, desde donde el letrado de la Administración de Justicia habla de forma general sobre estos procesos: «Hay bastantes propietarios con deuda a los que les pasa eso porque no se personan en la causa. Se dicta un auto inicial en el que se les avisa de que se inicia el procedimiento de ejecución hipotecaria por si están interesados en personarse y, si no se personan, que es lo más común, a partir de ahí no se les notifica cada paso, sino que todo se hace por la vía de edictos en el boletín oficial. Por lo tanto, pueden estar al día de lo que va pasando con la propiedad o no. La ley no obliga hacer las notificaciones por otra vía distinta», explicita.
El caso de A Majita, un inmueble ubicado en la aldea de Vilar que durante años fue regentado como establecimiento de turismo rural por Carlos López y su esposa (ya fallecida), llegó al juzgado en el 2017, tal y como confirman desde la propia sede judicial. Entonces, se llevó a cabo una ejecución hipotecaria porque el propietario de la vivienda había contraído una deuda con el banco. No debería haber pasado tanto tiempo hasta que la casa saliese a subasta. Pero, por distintas circunstancias, el proceso se dilató sobremanera y no fue hasta el 29 de diciembre del 2023, es decir, con seis años de demora, cuando se inició la puja. El paso del tiempo hizo que cambiasen algunas cosas y que la entidad a la que el propietario le debe dinero ya no es el banco en sí, sino una firma dedicada a la compraventa de bienes inmobiliarios que se llama Asset Il Slu y que tiene su sede fijada en A Coruña. La deuda que tenía el propietario de la casa, al que le fueron mal las cosas en la crisis de la construcción y que luego sufrió un golpe emocional irreversible cuando falleció prematuramente su mujer, era de algo más de 64.000 euros. Así que se realizó la subasta para intentar vender la casa y que la entidad a la que se le debe el dinero cobre la cantidad que se le debe.
Pero no vayamos tan rápido. Volvamos al año 2017. En ese momento se inició el proceso de la ejecución hipotecaria. Pasaron hasta seis años hasta que se hizo la puja. El propietario de la casa señalaba que le hubiese gustado que durante este tiempo pudiese haber vendido él la propiedad, pero que emocionalmente no tenía fuerzas para hacerlo, así que los años fueron pasando mientras el inmueble permanecía cerrado y con la deuda encima. «Ao morrer a miña muller abandonei todo, non tiña forza para nada», señalaba este hombre. ¿Es ya tarde o podría aún venderla ahora, liberar el bien de la deuda y recuperar la propiedad? La respuesta vuelven a darla desde el juzgado. Y sí. Podría hacerlo. Hasta que la propiedad es adjudicada a alguien, bien a un comprador que se presentase a la subasta bien a la empresa a la que se le debe el dinero, el dueño puede venderla siempre y cuando abone la deuda que tiene. El problema es que en estos años se acumularon intereses y, por tanto, esa operación siempre resulta muy difícil.