Los de A Raña explotan tras la derrota ante Clavijo y acusan a los colegiados de un trato injusto y desigual
10 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La derrota del pasado martes del Marín Ence Peixe Galego ante CB Clavijo fue la gota que colmó el vaso de la paciencia del cuadro de A Raña con los arbitrajes. El club que dirige Luis Santiago envió ayer una queja formal al Comité de Competición para justificar el cabreo que tienen en Marín y que llevó a firmar el acta del partido bajo protesta, algo muy poco habitual y que no se recuerda en LEB Oro. «El distinto criterio del árbitro fue escandaloso», denuncia Santiago.
Aunque lo que incendió los ánimos del vestuario azul fue el final del partido, su malestar -ya arrastrado de partidos anteriores- fue aumentando a lo largo del choque por lo que consideran un trato desigual de los colegiados a la hora de señalar las faltas. «Solo hay que ver la estadística, 17 a 26 en faltas, para ver el nivel de contactos que permitía en una zona y en otra», reclama el dirigente del Peixe.
Pero al extraño final del partido prefiere, directamente, no buscar una explicación porque «te da muchas cosas que pensar», confiesa. El triple de Popodic que dio ventaja a los riojanos a falta de cinco segundos «viene de unos pasos que llevaba haciendo todo el partido, y después la falta en ataque es una broma», recalca indignado un Luis Santiago enfadado también con la «actitud no dialogante» del colegiado principal David Planells Caicedo.
Y no es la primera vez que una decisión arbitral perjudica al Peixe Galego. En A Coruña una discutida falta en los segundos finales permitía al Leyma anotarse un dos más uno decisivo y en Huesca, aunque acabaron ganando tras dos prórrogas, hubo decisiones polémicas. «Los costes arbitrales son un disparate en esta categoría, por lo menos que estén a la altura», pide Santiago.
Otro aspecto que enerva a la plantilla marinense es el trato que está recibiendo su jugador estrella Jason Cain. «En ataque le cae de todo porque siempre lo defienden dos jugadores y es muy difícil que le piten algo a favor», relata el dirigente marinense señalando que, por el contrario, al americano no le consienten nada. «El otro día lo enganchan del brazo y le pitan falta a él, el árbitro consiguió que lo tuviéramos que sentar dos veces», explica contrariado.
Todos estos argumentos son los que le hicieron llegar al comité de competición sin mayores objetivos que conseguir «que vean lo ocurrido y explicar en qué se basa nuestra protesta», afirma Santiago que teme que este trato desigual no sea fruto de la casualidad y sí de la protesta del cuadro marinense al inicio de la liga para oponerse al incremento del número de equipos.