El culebrón de los inmigrantes que ya no se sabe cuándo llegarán a Sanxenxo: «La gente alucina porque nada es como se anunció»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

Tras la llegada de un primer grupo de cuarenta inmigrantes a O Porriño, se suponía que el desembarco de más refugiados en Sanxenxo sería inminente, pero todavía no se produjo.
Tras la llegada de un primer grupo de cuarenta inmigrantes a O Porriño, se suponía que el desembarco de más refugiados en Sanxenxo sería inminente, pero todavía no se produjo. XOAN CARLOS GIL

Han pasado nueve días desde que el Gobierno dijo que trasladaría a Galicia a 400 personas desde Canarias y que la gran mayoría se alojarían en la villa turística. Desde entonces, todo ha ido cambiando una y otra vez

06 nov 2023 . Actualizado a las 16:48 h.

El 25 de octubre, un miércoles tan lluvioso como cualquiera de las últimas jornadas, los vecinos de Sanxenxo se acostaron con una noticia que causó bastante impacto en la villa turística gallega por excelencia. El Gobierno anunciaba que iba a trasladar a Galicia a 400 inmigrantes a raíz de la crisis humanitaria que se vive en las costas canarias por el masivo desembarco de cayucos y que la gran mayoría de estas personas se alojarían en Sanxenxo. Concretamente, se dijo que a la localidad sanxenxina irían 350 inmigrantes irregulares. En un municipio donde el sector turístico es el pan y la sal, la pregunta comenzó enseguida a flotar en el ambiente: ¿En qué establecimientos iba a hospedarse ese número tan elevado de personas en pleno otoño, con buena parte de los establecimientos ya cerrados por el fin de la temporada veraniega?

Nadie parecía saber nada. Ni el Ayuntamiento ni entidades como el Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS) tenían idea alguna. Y en la villa comenzó a inquietar este asunto. Nueve días después, la tortilla ha dado la vuelta varias veces. Ya no está claro ni qué número de inmigrantes acabarán desembarcando en la localidad ni tampoco en qué momento lo harán. Desde la delegación del Gobierno y desde la oenegé que coopera para gestionar la estancia, llamada Accem, justifican así esta cuestión: «Es una crisis humanitaria, es normal que vaya cambiando todo. Se van haciendo las cosas conforme se va pudiendo». En Sanxenxo, a pie de calle, sin embargo, hay perplejidad con todo este baile de datos. De hecho, incluso los empresarios hoteleros no dejan de hacerse llamadas preguntándose unos a otros qué es lo que ocurre: «La gente alucina porque nada es como se anunció», indicaba este jueves una voz autorizada del sector.  

El primer anuncio sobre los inmigrantes llegó, efectivamente, el día 25 de octubre. El delegado del Gobierno, Pedro Blanco, le comunicó al alcalde, Telmo Martín, que un total de 175 personas llegarían el día 1 de noviembre y que una segunda remesa lo haría el 8. El Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo, que representa al 80 % del sector en la villa turística, hizo entonces un sondeo entre sus asociados y ningún empresario indicó que fuese a alojar a los inmigrantes, tal y como explica el presidente, Alonso Martínez. Así que el interrogante sobre dónde se alojarían cada vez era más grande. Desde el consorcio explicaban que no era fácil que hubiese locales para dar cabida a tantas personas, ya que muchos hoteles están cerrados por fin de temporada y no es fácil ponerlos en funcionamiento de un día para otro y algunos más utilizan el cierre de otoño-invierno para ejecutar obras en sus instalaciones.

Los días fueron pasando, hubo cruce de acusaciones entre la Xunta y el Concello por una parte y el Gobierno por otra, al que los dos primeros le achacaron actuar con oscurantismo con la llegada de los inmigrantes, y de pronto comenzó a sonar el nombre del Hotel Baixamar de Sanxenxo como posible punto de alojamiento de los inmigrantes. Pero el contacto con el propietario de este establecimiento tuvo lugar el domingo, es decir, días después de que se anunciase el desembarco en Sanxenxo de 350 personas. El dueño de este hotel indicó que él solamente tenía capacidad para alojar a 60 personas. ¿Dónde iban a ir las demás?

Fue ahí cuando empezaron a bailar las cifras. Y, finalmente, el delegado del Gobierno, con motivo de la llegada de cuarenta ciudadanos subsaharianos a Porriño, dio luego nuevos números y dijo que vendrían sobre noventa personas a la villa turística. Más tarde, se redujo de nuevo la cantidad a entre 60 y 70, que fue lo último que se le comunicó al Concello el martes. Claro que en esa llamada que le hizo el delegado del Gobierno al alcalde sanxenxino también le indicó que los inmigrantes llegarían entre el día 1, el festivo de Todos los Santos, y el dos. Y finalmente no se ha cumplido ninguna de las dos fechas. 

¿Qué es lo que ocurre para que todo cambie día a día? Tanto desde la delegación del Gobierno como desde la oenegé Accem se toman con total normalidad estas variaciones. Indican que ante una crisis humanitaria de semejante envergadura se va actuando sobre la marcha y que, además, por una cuestión de protección de datos tampoco se adelantan cuestiones relativas a la llegada o el alojamiento. Señalan también que se está actuando contra reloj y que además estos días la climatología complica los desplazamientos hacia Galicia. «En otras ocasiones hubo crisis de mayor envergadura, como la de los refugiados de Ucrania, y no se generó tanta alarma. Se va haciendo todo conforme va surgiendo. Puede que un día se necesite traer a un número determinado de personas y que finalmente aparezca hueco en otra comunidad y ya no vengan», señala Daniel Bóveda, de la oenegé Accem. 

Mientras tanto, el dueño del Hotel Baixamar, Jorge González, continúa en contacto constante con la oenegé Accem. Señala que lo que se le indicó es que ni este jueves ni probablemente mañana recibirá a los inmigrantes. Pero que debe estar preparado porque a veces se avisa con muy poca antelación: «Estaremos de guardia, como los bomberos», sentenció este hotelero.