Dos águilas pescadoras escogen la costa arousana de Sanxenxo para protegerse del invierno

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

Miles de aves encuentran refugio del invierno en el complejo intermareal Umia-O Grove
Miles de aves encuentran refugio del invierno en el complejo intermareal Umia-O Grove GUSTAVO FERREIRO

La invernada alcanza este mes su mayor concentración con 15.000 aves entre O Grove y A Illa

24 ene 2025 . Actualizado a las 08:53 h.

Con prismáticos y bastante suerte este mes es posible ver dos águilas pescadoras sobrevolando la ría o alimentándose en el complejo intermareal Umia-O Grove, que abarca la costa arousana de Sanxenxo, así como el municipio meco, Meaño, Cambados y A Illa. Enero es el mes de máxima afluencia de aves migratorias que escogen esta zona de las Rías Baixas como su particular «hotel» y «fonda» donde pasar el invierno lejos de las temperaturas gélidas del norte europeo y en un entorno donde es fácil encontrar comida. El portavoz de la Sociedad Española de Ornitología (SEO Birdlife), Gustavo Ferreiro, explicó que ahora mismo en este tramo litoral pueden estar pasando la invernada entre catorce y quince mil aves migratorias.

La estancia de las águilas pescadores en esta franja sur de la ría arousana es una de las novedades de apenas unos pocos inviernos. Ferreiro precisa que son una especie poco común, que sorprendió cuando apareció el primer ejemplar y que pensaron que sería algo esporádico. Su reaparición este invierno —están confirmados dos ejemplares pero podrían ser hasta tres pendiente de constatar el tercero— indica que su presencia se ha consolidado.

Son aves esquivas, tanto que Ferreiro ha avistado dos volando a la vez, pero se mostraron escurridizas, logrando con éxito evitar ser inmortalizadas por las cámaras. Estas aves hacen honor a su nombre porque se alimentan de pescado. «A súa presenza no inverno aquí está empezando a ser regular. Pescan os peixes que se moven en superficie porque os collen coas garras, non se tiran á auga para mergullarse», afirma.

En esta época invernal, los aficionados a la ornitología o a la naturaleza en general tienen en este litoral de la ría de Arousa su epicentro en Galicia. Desde los puestos de observación distribuidos por esta costa y con el auxilio de prismáticos o telescopios, con ropa discreta y en horas de marea baja, se pueden espiar los movimientos de miles de aves en las zonas que quedan al descubierto por el retroceso de la bajamar. En esas horas, las playas son el gran comedero de aves muy variadas.

Entre los grandes grupos que se pueden encontrar están las garzas, garcetas, limícolas, patos, espátulas y gaviotas, que se suman a la habitual fauna que vive todo el año en las Rías Baixas. También es posible ver ejemplares de cormorán grande, que es migratorio a diferencia de su congénere moñudo que tiene en las Illas Atlánticas sus principales colonias nidificantes de la península Ibérica. En resumen, todo un festín para la vista.