Sin reglas

José Antonio Carpintero Fernández

RELATOS DE VERÁN

24 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca tuve muy claros los motivos que me llevaron a proceder de tal modo. Mis padres piensan que se debe a mi inmadurez y que he tenido mucha suerte en la vida, con lo que no valoro todo lo que tengo.

Mi mujer lo achaca a mi ímpetu sin control y que no tengo la capacidad de discernir lo bueno de lo malo y, finalmente, mi psicólogo a una frustración infantil que me trae por la calle de la amargura que no he sabido superar. El caso es que, por una razón u otra, nadie está feliz con mi comportamiento y muchas veces pienso si también lo estoy yo. En fin, no puedo echar la vista atrás y tengo que apechugar con las consecuencias de mis actos.

No me di cuenta realmente de la situación hasta que se presentó en mi casa la Guardia Civil a tomarme declaración. De una manera cordial y respetuosa me llevaron al cuartelillo. Una vez allí, empezó la batería de preguntas a las que en la mayor parte de las ocasiones solo acerté a contestar; “no lo sé” o “no lo recuerdo”. El caso es que decía la verdad, no era mi intención mentir a los miembros de la Benemérita.

Solo cuando hicieron una reconstrucción de los hechos pude ponerme en situación y acordarme de algo. Según muchos testigos, la noche del pasado 27 de junio, día de mi cumpleaños, a la salida de la fiesta, donde había tomado mucho alcohol, procedí a cometer las siguientes faltas y delitos: altercado público como consecuencia de una pelea con un guiri igual de ebrio que yo, atentado a la autoridad al robarle la gorra al agente que intentó parar la pelea, intento de sustracción de una motocicleta, rotura de un escaparate de una tienda de lencería, intento de secuestro de un perro chihuahua de una señora que paseaba por la zona y, por último, derribo de tres contenedores de basura en mitad de la vía pública.

Cuando los guardias terminaron su relato, sentí una mezcla de orgullo y de vergüenza. Se me escapó una risita nerviosa que solo desapareció cuando me dijeron el importe de la multa y la posible condena asociada.

¿El origen de este desaguisado? Está confirmado: mi frustración infantil no superada.

José Antonio Carpintero Fernández. 49 anos. Baralla.