El programa Talentos Inclusivos, creado por el Citic de la UDC y Aspace, ha sido reconocido por los ingenieros de Telecomunicaciones gallegos. La Xunta acaba de presentar las bases para que colegios e institutos participen en la nueva edición
23 oct 2023 . Actualizado a las 09:52 h.Un trabajo de adolescentes por un beneficio común, convirtiendo la tecnología en un aliado para mejorar la vida de las personas. Es, a grandes rasgos lo que define al programa Talentos Inclusivos que lleva varios años acercando las TIC a los más jóvenes de una forma práctica, para animarles a encontrar soluciones tecnológicas que faciliten la vida a personas afectadas por el daño cerebral. La Xunta acaba de publicar las bases para que los centros educativos participen en la nueva edición de este programa, que además este año está de enhorabuena, pues ha sido galardonado con el Premio Amtega al Mejor Proyecto TIC con Beneficios Sociales, una distinción otorgada por el colegio oficial y la Asociación de Ingenieros de Telecomunicaciones de Galicia, en colaboración con Amtega, la Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia. «Este reconocimiento es un respaldo y un empuje que anima a seguir», explica Javier Pereira, responsable del proyecto que nació hace tres cursos por la colaboración del Citic, el Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la UDC y la asociación Aspace.
Su objetivo es que alumnos de secundaria y bachillerato busquen, a través de la tecnología, soluciones a los retos planteados por personas con parálisis cerebral. Sobre la base está la finalidad de despertar vocaciones STEM (las conocidas Ciencias, Tecnología Ingeniería y Matemáticas) entre los más jóvenes y que, al mismo tiempo, conozcan la realidad de la discapacidad a través de equipos colaborativos de trabajo.
En su primar edición, el programa se realizó únicamente en centros educativos de A Coruña y Ferrol y después se fue extendiendo por toda la geografía gallega. De hecho, la semana pasada la Xunta anunció la convocatoria de esta nueva edición, la cuarta, que está financiada con fondos públicos de la Consellería de Cultura, Educación, Formación Profesional e Universidades.
Debido a la coincidencia con la pandemia, en las primeras ediciones la comunicación entre los participantes tuvo que ser virtual, pero el pasado curso ya pudo haber más encuentros presenciales y miembros de Aspace pudieron visitar los centros educativos. «Esta parte fue la más bonita», recuerda Pereira, que habla además de lo que más valoran los estudiantes, «el hecho de ser conscientes de que algo que ellos crean puede ayudar a otras personas». El pasado curso, por ejemplo, los participantes del IES Miraflores de Oleiros desarrollaron un comunicador portátil para llevar en una silla de ruedas; del IES Terra de Trasancos de Narón salió un bingo adaptado y un adaptador 3D para puertas del centro Aspace; en el IES de Ortigueira decidieron desarrollar una mesa sensorial con elementos en resina; o del IES Rego de Trabe de Culleredo un soplador de velas, un geolocalizador de plazas de discapacidad y un comunicador portátil con dos o tres acciones pregrabadas.
«No todos los proyectos llegan a funcionar», reconoce el responsable del Citic, pero asegura que el trabajo a lo largo del curso, el hecho de pensar en las necesidades, posibles soluciones y tratar de llevarlas a cabo merece la pena igualmente. Los diez centros educativos participantes el curso pasado, presentaron sus desarrollos en una feria científica celebrada en junio en la Domus de A Coruña. Pero además, este museo va a contar con una sala de exposición permanente con algunos de los proyectos que salgan de Talentos Inclusivos, para que toda la sociedad pueda conocerlos y disfrutarlos.