¿Usas la inteligencia artificial para estudiar? Los universitarios españoles lo hacen

Olga Suárez Chamorro
O. Suárez REDACCIÓN

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Dos estudiantes consultan un ordenador en una imagen de archivo
Dos estudiantes consultan un ordenador en una imagen de archivo Pixabay

Varias universidades españolas desarrollan un programa piloto para detectar a tiempo el abandono educativo de los estudiantes

12 mar 2024 . Actualizado a las 17:30 h.

La llegada de algo desconocido suele generar dudas y desconfianza; por eso, se ha hablado mucho de los riesgos que conlleva el mal uso de la inteligencia artificial. Sin embargo, en campos como la educación, esta tecnología generativa ofrece muchas posibilidades para aportar un valor añadido al aprendizaje, para facilitar el acceso de los estudiantes a más información y para hacerles más autónomos a la hora de descubrir fuentes de información. Y de hecho, se está confirmando que uno de los colectivos que más lo utilizan son los más jóvenes, que son los que están impulsando su integración en las aulas y en los entornos profesionales. Al menos así se desprende del primer Observatorio del Impacto de la Tecnología en las Profesiones que ha elaborado la Universidad Alfonso X el Sabio, y en el que han participado más de 2000 estudiantes y casi 400 profesores y profesionales. Según este estudio, los universitarios españoles utilizan la IA generativa el doble que sus profesores: tres de cada cuatro alumnos menores de 25 años la utilizan,  mientras que la media de uso entre los docentes se sitúa en el 36%; es más, los profesionales más jóvenes, que se encuentran en el rango de edad entre 35 y 45 años son los que más la emplean.

¿Y para qué la utilizan? Entre los principales usos de los estudiantes se encuentran buscar información, resolver dudas y generar contenidos. Por su parte, los profesores que han participado aseguran que la aplican en tareas como generación de materiales, evaluación de estudiantes o elaboración de preguntas. Centrado en inteligencia artificial generativa, esta primera edición del observatorio analiza la penetración, la percepción y el uso de esta tecnología por parte de estudiantes y profesores, en su mayoría profesionales en activo. Entre los datos que aporta, destaca que el 73% de los profesores considera que la IA Generativa va a transformar su forma de acompañar al alumno en su formación. Por su parte, el 63% de los estudiantes afirma que aprender a aplicarla es importante para su futuro profesional y más de la mitad cree que les ayuda en su aprendizaje. 

Estos datos muestran la adopción cada vez mayor de la tecnología por parte de las nuevas generaciones y, al mismo tiempo, la necesidad de integrarla tanto en las metodologías y procesos del entorno empresarial como en el entorno educativo. «El estudio nos deja muy claro que son las nuevas generaciones las que más la usan y las que impulsarán su integración en el entorno laboral a medida que se incorporen al mismo», reflexiona Isabel Fernández, rectora de la Universidad Alfonso X el Sabio, que apuesta por «preparar a nuestros estudiantes para que sean profesionales con valores, que entiendan esta tecnología, o cualquier otra que esté por venir, y sepan aplicarla con un propósito claro: generar impacto social positivo».

Y, aunque este estudio valora en general la adopción de estas nuevas herramientas entre estudiantes de diferentes ramas del conocimiento, hay una de ellas que destaca entre otros: los futuros profesionales de la salud duplican el ratio de adopción de IA Generativa frente a los profesionales en activo. Y entre las diferentes facultades de este ámbito es la de Odontología la que revela más diferencias de adopción entre los actuales profesionales (27%), y los estudiantes, que se incorporarán al mercado en los próximos años (72%).

Por otra parte, mientras que los estudiantes vinculados a la educación, ingeniería y los negocios son los que más utilizan la IA Generativa con más de un 50% de uso para su actividad profesional, investigadora o docente; los vinculados a salud y deporte, son los que menos la usan, con una cuota que roza el 25%. Por su parte, el grado de adopción entre profesionales vinculados con el arte, donde la IA Generativa se podría percibir como una amenaza, supera a la de aquellos que ejercen en disciplinas como veterinaria u odontología.

¿Y qué herramientas son las que más se utilizan? El observatorio arroja una gran similitud entre las tasas de uso de las distintas herramientas de IA Generativa entre estudiantes y profesores, y ChatGPT es la que se nombra en casi el cien por cien de las ocasiones. No obstante, llama la atención que Gemini (la herramienta de IA desarrollada por Google antes conocida como Bard) ha alcanzado una cuota de empleo del 15% entre profesionales y profesores, y del 12% entre los estudiantes, tan solo un mes después de su lanzamiento.

La IA como recurso ante el abandono universitario

Ante este panorama, no sorprende que las organizaciones de formación superior se preparen para desarrollar una apuesta común ante la llegada de estas herramientas generativas. Por ejemplo, el Grupo 9 de Universidades, red española compuesta por universidades que se caracterizan por ser las únicas públicas en su comunidad autónoma, va a desarrollar estrategias comunes para hacer frente a los desafíos que supone el empleo de la inteligencia artificial en las instituciones públicas de educación superior.

Se trata de un acuerdo que alcanzaron el pasado mes en una reunión en Oviedo, en la que abordaron cuestiones como la utilización de la inteligencia artificial generativa en educación superior, la seguridad avanzada en entornos educativos o la explotación predictiva de datos, apoyada también en inteligencia artificial para prevenir, por ejemplo, el abandono universitario. Los miembros del G-9 pusieron como ejemplo la herramienta Copilot, que incorpora Microsoft para Oficce 365, que tiene múltiples potencialidades para facilitar el trabajo del personal docente e investigador.

Las instituciones integrantes de este colectivo mostraron su preocupación por el alto precio de esta herramienta que dificulta su incorporación en universidades públicas con recursos limitados. Y plantearon la necesidad de dar nuevos pasos en materia de seguridad informática, especialmente comprometida por el empleo de diferentes dispositivos informáticos que permiten la conexión interna y externa.

Además, trataron el uso de la inteligencia artificial en la explotación predictiva de datos y, más en concreto, en la prevención del abandono universitario. El modelo piloto, que fue implantado por la Universidad de Oviedo, se emplea también ahora, con mejoras, en la Universidad de Castilla-La Mancha. Este sistema inteligente toma datos del campus virtual para estudiar, por ejemplo, la evolución en el rendimiento del alumnado y prevenir así posibles abandonos. El modelo, que se apoya en herramientas de machine learning, se puede emplear no solo para esta cuestión, sino para muchas otras.