
De los cajeros al móvil inteligente: la tecnología está cambiando la forma en que usamos el dinero y nos relacionamos con los bancos
01 sep 2025 . Actualizado a las 08:35 h.El sector bancario vive un momento de vértigo en lo que a la tecnología se refiere. Lo que hace apenas una década se resumía en cajeros automáticos y aplicaciones rudimentarias en el móvil, hoy se ha transformado en un ecosistema digital que cambia la forma de relacionarse con el dinero. Inteligencia artificial, servicios en la nube y análisis de datos marcan el pulso de unas finanzas cada vez más ágiles y personalizadas.
Softtek, multinacional especializada en soluciones digitales, acaba de publicar su informe «Tech Hot Topics: Top 25». En él, la compañía identifica cómo las tecnologías emergentes no solo están alterando el funcionamiento interno de los bancos, sino también la experiencia de los clientes. El documento dibuja un escenario en el que la seguridad, la flexibilidad y la capacidad de anticipar las necesidades de los usuarios son los pilares del futuro financiero.
Uno de los cambios más visibles está en la forma de comunicarse con los bancos. La inteligencia artificial permite que los chatbots —esas ventanas de conversación en aplicaciones o webs— dejen de ser impersonales. Ahora entienden el contexto, detectan emociones y ajustan su respuesta en consecuencia. El objetivo no es solo resolver un trámite más rápido, sino lograr que la interacción resulte más humana. La personalización también avanza: los sistemas aprenden del comportamiento de cada cliente y adaptan menús, servicios y notificaciones a sus necesidades. Así, dos personas que entren en la misma aplicación bancaria pueden ver pantallas distintas, ajustadas a sus hábitos.
La seguridad es otra de las grandes preocupaciones. Con la llegada de la llamada «computación cuántica» —una tecnología que, en el futuro, multiplicará la capacidad de cálculo de los ordenadores—, el blindaje de los datos se convierte en un reto aún mayor.
El informe de Softtek apunta a herramientas capaces de detectar intentos de fraude en tiempo real. Se trata de sistemas que monitorizan de manera continua las operaciones y emiten alertas inmediatas cuando algo no encaja. Esto permite, por ejemplo, frenar un intento de robo en el mismo momento en que se produce.
Si antes un banco necesitaba decenas de personas para revisar operaciones o dar respuesta a incidencias, hoy buena parte de esas tareas se resuelven con automatización inteligente. La llamada Agentic AI —un tipo de inteligencia artificial capaz de tomar decisiones limitadas por sí sola— permite liberar recursos humanos y reducir errores.
Otro concepto en expansión es el de los «gemelos digitales»: réplicas virtuales de un proceso o de un servicio que permiten simular escenarios. Así, una entidad puede anticipar el impacto de una nueva norma, probar un producto financiero o analizar riesgos sin necesidad de poner en juego dinero real.
Israel Quiñonero Fernández, director de Tecnología para Banca en Softtek EMEA, lo resume con una advertencia: «El ritmo de la innovación tecnológica es vertiginoso, y el sector financiero debe abrazar estas disrupciones para sobrevivir y prosperar». En la era del Big Data, la avalancha de información puede ser tan abrumadora como inútil si no se interpreta bien. De ahí que cobre fuerza la «analítica aumentada», herramientas que simplifican la lectura de datos y permiten que perfiles no técnicos participen en la toma de decisiones. En la práctica, esto significa que directivos, gestores e incluso responsables de oficina cuentan con información clara y procesada para actuar con mayor rapidez.