Un joven de 35 años crea la PesetaCoin, una versión española de las monedas electrónicas
09 mar 2014 . Actualizado a las 22:47 h.Desde que España abrazó el euro, la peseta ha ido palideciendo con el paso del tiempo. Unos cuantos millones consiguen sobrevivir en el olvido, acumulando polvo en tarros y sobres en lo más profundo del cajón. Ahora, a base de unos y ceros, la rubia resucita en Internet. Al rebufo de la expansión del Bitcoin, un ingeniero español ha decidido dar forma a la versión más cañí de esta divisa digital, la PesetaCoin. Una nueva moneda que, dos meses después de su creación, acumula un aumento significativo en sus operaciones y que incluso ha dado el salto al extranjero.
«Decidí intentar un proyecto un poco diferente, algo así como una criptomoneda local que fuese accesible a los españoles e hispano-parlantes que se habían perdido el boom del Bitcoin», cuenta CryptoMP, el cerebro detrás de esta idea, que tras entrar en contacto con este fenómeno en diciembre decidió ponerse manos a la obra y lanzar su propia alternativa, algo que ocurrió el 8 de enero de este mismo año. Pocos días después
le contacto Ramón Martínez, conocido como Rampa, quien le sugirió una serie de modificaciones para minar la PesetaCoin (PTC), es decir, el proceso por el cual se crean mediante una serie de cálculos y algoritmos con ordenador. La principal novedad, además del idioma en el que está configurada, es que permite trabajar simultáneamente con otros estándares como Litllecoin o Bitcoin.
Con la ayuda de este reconocido programador, este peseta virtual ha ido consiguiendo un aumento paulatino de su popularidad hasta conseguir causar furor en China, algo que ha supuesto para su comunidad un efecto similar al de la hormona del crecimiento. Y es que la red asiática F2pool, una de las agrupaciones de «mineros» más grandes del mundo, comenzó a trabajarla «distribuyendo la moneda a 35.0000 nuevos usuarios y aumentando 200 veces la potencia de cálculo de la red de ordenadores». Hace dos semanas, con un solo euro se conseguían 166 PesetaCoins. Tras el aumento de la demanda, en tan solo siete días el cambio se estableció en veinte PesetaCoins por un euro. «Esperamos que su adopción en el ámbito nacional supere al bitcoin», cuenta el joven programador, que a sus 35 años prefiere mantener el anonimato por el momento. Mientras Rampa «está terminando de afinar» una web para dar cabida a todos aquellos que quieran «minar» esta divisa P2P, CryptoMP ha comenzado a desarrollar una pasarela de pago que permita a los comercios físicos «adoptar fácilmente» este sistema a través de los dispositivos de Android y Apple, aunque los de Cupertino ponen ciertas pegas a este tipo de iniciativas. Para evitar la inflación, han impuesto que el máximo de monedas que se puedan crear sean 166.386.000 millones. «Al no poder crear moneda nueva, la existente no se devalúa», explica. «La especulación es más difícil de evitar, pero de eso no está a salvo ninguna divisa real», añade, al ser cuestionado sobre la volatilidad que ha demostrado en ciertas ocasiones el Bitcoin, que multiplicó su cotización con crisis como el rescate griego, el auxilio a la banca española o el salvavidas que la UE lanzó a Chipre
Delicado momento del Bitcoin
Su éxito coincide con el entrometido momento en el que se encuentra la moneda que dió paso al resto debido al cierre de dos conocidas plataformas que trabajaban con ellas así como los vetos de Gobiernos como el chino, el israelí o el ruso. «Lo de MT.Gox era una muerte anunciada. La gente llevaba muchísimo tiempo teniendo problemas para sacar sus monedas de la plataforma», opina este programador, quien el 'corralito' ocurrido en la casa de cambio japonesa no ha ocurrido por tratarse de una divisa digital y que una entidad tradicional también podría verse afectado por esto
«Ahora mismo los euros que tenemos en los bancos, no son más que bits de información, pero con un protocolo mucho más arcaico que el de la PesetaCoin, que permite en todo momento saber dónde esta cada décima».
«Las criptomonedas están a años luz en transparencia comparadas con la divisas tradicionales», analiza. CrytpoMP recuerda que cada uno de los usuarios guarda en su ordenar un archivo conocido como blockchain, un registro con todos los movimientos de cada unidad desde su creación.
Ante iniciativas como las del Ejecutivo nipón, que ha iniciado un proyecto de ley para regular el intercambio de este tipo de monedas con un sistema similar al del oro, segura que si las autoridades se entrometen van a tratar de «modelar» las normas «para su propio beneficio y las acabarán politizando». «Dividir un átomo puede valer para generar energía barata o para borrar un país del mapa», responde a los más críticos con esta tecnología, que ven en ella una vía para el blanqueo de capitales, entre otros delitos.