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Todo lo que esconde un emoticono

S. Rego REDACCIÓN

OCIO@

Getemoji

Los «emojis» dominan la mensajería instantánea en los móviles, pero a veces llevan a malentendidos si no se usan correctamente

25 ago 2014 . Actualizado a las 19:27 h.

Es una realidad que el servicio de mensajería instantánea WhatsApp se ha convertido en una herramienta cotidiana en las vidas de 600 millones de personas en el mundo. La aplicación adquirida por Facebook el año pasado se ha convertido en una vía de comunicación que emplear con amigos, familia, con el casero del piso o incluso con los profesores de tu hijo. Los temidos grupos, el doble check y tantos mitos que alberga la reciente pero intensa existencia del sistema de mensajería instantánea ha llevado a que los emoticonos también formen parte de nuestro día a día. Pero expresarse mediante lenguaje visual no es tan sencillo como parece.

Escribir como si fuera un jeroglífico está tan pasado de moda como tener un «Ya voy» en el móvil con la canción del verano del 2010. Para aquellos que tengan memoria a corto plazo, los «Ya voy» eran aquellas canciones que sonaban en sustitución del sonido de espera de llamada. Pero el diccionario de emojis, el sistema de emoticonos del WhatsApp, sigue siendo muy útil para expresar nuestros sentimientos y emociones. Incluso existe una leyenda urbana que dice que puedes conocer cómo es una persona si miras su carpeta de «Iconos utilizados recientemente». Verídico. Porque cada uno tiene sus caras favoritas y que emplea con mayor frecuencia. Unos prefieren las caritas, otros los gatos y algunos los monos que ni ven, ni hablan, ni escuchan. Y la sevillana bailando es ya conocido como el icono comodín para todo. Sin embargo, son muchos los dibujos famosos del WhatsApp que nunca se han utilizado para nada, a no ser que seas Jorge Ponce y tengas una sección en el programa de Buenafuente en la que expliques la actualidad con los finitos emojis. Hasta las noticias escritas por emoticonos podría extenderse globalmente, ya que ha aparecido una nueva red social, todavía en prueba, en la que tan solo se puede emplear el lenguaje visual para comunicarte con tus amigos. ¿Llegará a triunfar la comunicación encriptada en los móviles?

Son muchos los que desean que llegue el momento en que se actualice la aplicación y se pueda hacer uso de símbolos que se echan en falta. La peineta es uno de ellos, pero también el abrazo o la palmface, la carita con la palma de la mano sobre la frente, ambos muy empleados en la ya obsoleta mensajería instantánea de Blackberry. El inconveniente es que el diccionario de emojis fue creado por una empresa japonesa. Esta es la razón por la que hay iconos extraños que no crean confianza en los usuarios para utilizarlos, o si lo hacen, es de forma errónea. Como esa especie de percebes que aparecen en el cajón de «Varios». En realidad, se tratan de la típica decoración japonesa que se pone en las puertas en Año Nuevo, conocida como Kadomatsu.

Además, existe una especie de ley no escrita que, en especial los más jóvenes, conocen y respetan. Por ejemplo, el número que se ponga de un mismo emoticono es proporcional a la intensidad del sentimiento que se pretende expresar. Por ejemplo, una cara triste significa que lo que te ha pasado es algo que puedes superar, pero si sobrepasa una línea en la pantalla es que no tiene solución.

Por otro lado, si contestas a una pregunta o a un comentario hay que encontrar el equilibrio para que la otra persona no piense que tienes escaso interés en la conversación. A no ser que sea tu jefe, un «o.k» debe ir acompañado de una cara feliz o alguna otra que parezca agradable, y si solo envías una mano con el dedo pulgar hacia arriba puede que piense que no estás prestando atención a sus preguntas. El término medio es la clave para que la relación emisor receptor no sea malinterpretada.

Está claro que muchos emoticonos han sido adaptados de la cultura oriental a la occidental y han variado sus significados totalmente. Es decir, si utilizas uno de los emoji de la chica con camiseta rosa, puede que le estés dando una interpretación distinta a la original. Cuando el emoticono se lleva las manos a la cabeza no es que se haya sorprendido, su significado japonés es un claro «o.k». Otro caso a estudiar son los diablos con gestos grotescos, que aunque parece que se acaban de tragar una guindilla entera, son un símbolo tradicional de la cultura asiática. El hotel con el corazón es muy característico de ciudades como Tokio, edificios especializados para que las parejas disfruten de una cita romántica. Y ¿por qué hay una cara con una mascarilla para dar a entender que estás enfermo en vez de una de color verde? Es habitual encontrarse en las calles niponas personas con una mascarilla para protegerse de bacterias o porque no quiere contagiar al resto el virus o la enfermedad que padece. No hay que olvidarse de la comida, que a falta de tortilla española bien está invitar a sushi o a curry con los emoji adecuados. Pero al final, si el complejo mundo de los emoticonos te lleva a dudar de cuál usar en cada situación, no los uses. Te evitarás muchos quebraderos de cabeza.