Diseñado para suelos duros, este dispositivo tiene rodillos motorizados que giran en direcciones opuestas y cuatro modos de hidratación. Recoge por separado residuos líquidos y sólidos, y cuenta con una función de autolimpieza que simplifica el mantenimiento.
17 feb 2025 . Actualizado a las 15:23 h.El año pasado, la compañía británica de tecnología Dyson amplió su línea de productos para la limpieza del hogar con el lanzamiento de la Dyson WashG1, su primera fregona eléctrica, diseñada específicamente para suelos duros. Este innovador dispositivo combina tecnologías avanzadas para ofrecer una limpieza más higiénica y eficiente, abordando tanto residuos húmedos como secos en una sola pasada. Hemos podido probarla durante unos días y aquí van nuestras conclusiones.
La Dyson WashG1 está equipada con dos rodillos motorizados que giran en direcciones opuestas. Cada rodillo está compuesto por microfibras altamente absorbentes, con una densidad de 64.800 filamentos por centímetro cuadrado. Esta configuración permite que los rodillos eliminen eficazmente derrames, restos y manchas secas de una sola pasada, asegurando una limpieza profunda y uniforme. La rotación contraria de los rodillos no solo mejora la capacidad de limpieza, sino que también facilita la maniobrabilidad del dispositivo, permitiendo un deslizamiento suave sobre diversas superficies.
Una característica destacada de la WashG1 es su sistema de hidratación controlado. El dispositivo cuenta con una bomba de hidratación modulada por pulsos que distribuye agua de manera uniforme a través de 26 puntos a lo largo de cada rodillo. Este diseño asegura que los cepillos se mantengan constantemente húmedos con la cantidad exacta de agua necesaria, optimizando la limpieza y evitando el exceso de humedad en los suelos. El usuario puede seleccionar entre tres modos de hidratación (bajo, medio y alto), adaptando la cantidad de agua según el tipo de suciedad y las características del suelo. Además, dispone de un modo de refuerzo para tratar manchas difíciles, proporcionando una mayor cantidad de agua cuando es necesario.
Dyson ha incorporado en este nuevo producto una tecnología de separación que distingue entre residuos sólidos y líquidos desde el origen. Mientras los rodillos recogen la suciedad, un sistema interno extrae el agua sucia y la dirige a un depósito específico de 0,8 litros de capacidad. Simultáneamente, los residuos sólidos, como restos de comida o pelos, se acumulan en una bandeja de residuos extraíble diseñada con una malla de 500 micras que facilita la separación y la eliminación de partículas más grandes. Este enfoque no solo mejora la eficiencia de la limpieza, sino que también simplifica el mantenimiento del dispositivo, permitiendo a los usuarios vaciar y limpiar los depósitos de manera higiénica y sin contacto directo con la suciedad. En este punto hay que comentar que es habitual que muchas personas piensen que porque un electrodoméstico es electrónico y tecnológicamente avanzado no tiene ningún mantenimiento; y, si bien es cierto, que el diseño de estos aparatos facilita esta tarea, la realidad es que tendremos que dedicarles algo de tiempo para que estén siempre preparados para una sesión de trabajo. A la larga, el acostumbrarse a hacerlo beneficiará la vida útil del dispositivo, además de conseguir mejores resultados en las labores de limpieza.
Aun teniendo en cuenta lo anterior, una de las cosas que más no han gustado es que después de cada uso la WashG1 cuenta con un modo de autolimpieza que enjuaga los rodillos y el sistema interno con agua limpia, preparándolos para la siguiente sesión de limpieza. Este proceso automático minimiza la necesidad de intervenciones manuales y asegura que el dispositivo se mantenga en condiciones óptimas de funcionamiento. Además, el diseño interno de la fregona evita la presencia de superficies afiladas o grietas donde pueda acumularse suciedad, facilitando una limpieza más profunda y eficiente del aparato cuando sea necesario.
El depósito de agua limpia de la WashG1 tiene una capacidad de 1 litro, lo que permite cubrir áreas de hasta 290 metros cuadrados con una sola carga. Esta característica es especialmente beneficiosa para hogares de gran tamaño o espacios comerciales que requieren una limpieza extensa sin interrupciones. Además, la batería de iones de litio de cuatro celdas proporciona hasta 35 minutos de autonomía, asegurando que los usuarios puedan completar sus tareas sin preocuparse por la duración de la batería.
El diseño de la fregona eléctrica incluye un cabezal de perfil bajo que facilita el acceso y la limpieza debajo de muebles y en espacios reducidos. La inclusión de ruedas de soporte, inspiradas en la tecnología de la Dyson Omni-glide, proporciona un equilibrio adicional y un soporte de peso óptimo, permitiendo que el dispositivo se deslice con facilidad en diferentes direcciones. Esta maniobrabilidad mejorada reduce el esfuerzo físico durante la limpieza y asegura una cobertura completa, incluso en áreas de difícil acceso. En general, pudimos meterla por debajo de muebles bajos como aparadores y sofás, donde precisamente se acumula bastante suciedad.
Desde su lanzamiento, la Dyson WashG1 ha recibido buenas críticas por parte de los medios especializados. La revista Wired destacó la eficacia del dispositivo en la limpieza de suelos duros, especialmente en la eliminación de manchas y la recogida de pelos de mascotas, aunque echó de menos una mayor potencia de succión para limpiar alfombras y otras superficies. Desde nuestro punto de vista, los mejores dispositivos son aquellos que se concentran en una tarea específica y, en este sentido, la WashG1 cumple a la perfección su función de fregona del siglo XXI, sin que tengamos que estar comprimiéndola para eliminar todo el agua sucia acumulada. Está disponible por 629 euros en un acabado que combina colores negro y azul eléctrico. La base de carga ocupa muy poco espacio y los rodillos se recomienda sustituirlos cada 6 meses, pero su precio es bastante asequible. Sin duda, un buen regalo para el Día del Padre que se asoma por el horizonte.