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Lenovo Yoga 9i 2-in-1 Gen 10: un portátil convertible con gran pantalla y autonomía

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El panel OLED con resolución 2,8K y formato 16:10 ofrece tasa de refresco de hasta 120 Hz y un brillo que alcanza los 1.100 nits en modo HDR. La bisagra de 360 grados permite adoptar diversos modos, como tienda de campaña, tableta o soporte, este último ideal para el avión.

09 nov 2025 . Actualizado a las 22:14 h.

Los Lenovo Aura Edition, resultado de la unión de fuerzas entre Lenovo e Intel para diseñar portátiles avanzados, tienen un nuevo integrante en el segmento convertible. Se trata del ultradelgado Yoga 9i 2-in-1 Gen 10, impulsado por procesadores Intel Core Ultra, que combina elegancia, potencia e inteligencia de IA. Un equipo con pantalla táctil que, junto al Yoga Pen con detección de inclinación y presión, baja latencia y fijación magnética a la tapa, ofrece múltiples posibilidades creativas.

Desde que fue anunciado, el Lenovo Yoga 9i 2-in-1 Gen 10 ha captado la atención de quienes buscan un equipo ultraportátil convertible en tableta. En un mercado en el que muchas propuestas apuestan únicamente por el tamaño reducido o el diseño llamativo, este modelo tiene también muy en cuenta la calidad de la pantalla, la conectividad y la experiencia táctil, con un equilibrio de funciones que lo acercan al equipo todoterreno que muchos usuarios desean. La primera impresión comienza con su diseño: un portátil de 14 pulgadas cuya pantalla gira 360 grados para pasar a tableta. Se trata de un panel OLED con resolución 2.880 × 1.800 (2,8K) y formato 16:10, con tasa de refresco de hasta 120 Hz y un brillo que alcanza los 1.100 nits en modo HDR. En este sentido es más interesante que la versión también OLED pero con resolución 4K (3.840 x 2.400), que se queda en 600 nits, por lo que si lo vamos a usar mucho en exteriores es mejor elegir la primera opción.

En la práctica, esa pantalla aporta un valor real: colores vivos, buen contraste, fluidez perceptible y un confort de uso que se nota tanto en ocio como en trabajo creativo. La bisagra de 360 grados (que además funciona como barra de sonido) permite adoptar diversos modos (tienda de campaña, tableta o soporte, este último ideal para el avión), lo que le da versatilidad en contextos de ocio, escritura o dibujo. Ese factor hibridación es clave para entender la propuesta de Yoga 9i: no es solo un portátil tradicional, sino un equipo que apuesta por la adaptabilidad.

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Desde el punto de vista técnico, el Yoga 9i Gen 10 llega equipado con procesador Intel Core Ultra 7, gráficos Intel Arc integrados, memoria LPDDR5x (hasta 32 GB) y almacenamiento SSD PCIe Gen 4 de hasta 1 TB. Los procesadores móviles Intel Core Ultra (Serie 2) son chips de alta eficiencia diseñados para ofrecer experiencias de inteligencia artificial de última generación en formatos móviles delgados. Cuentan con arquitecturas de bajo consumo y un motor de IA NPU 4.0 mejorado con hasta 47 TOPS (trillones de operaciones por segundo).

La conectividad incluye tres puertos Thunderbolt 4, USB-C de función completa, uno USB-A, sistema Wi-Fi 6E, Bluetooth 5.3, cámara de 5 MP con sensor de infrarrojos y micrófonos duales para videollamadas precisas. Estos componentes permiten que la máquina rinda con solvencia en tareas generales, edición de contenido ligero, navegación intensa y multitarea, obviamente sin alcanzar el rendimiento extremo de estaciones de trabajo dedicadas, pero es que hablamos de un portátil que solo pesa 1,32 kilos en su configuración más ligera.

El grosor mínimo es de 15,9 mm y cuenta con acabados en aluminio Cosmic Blue o Luna Grey, con un chasis que transmite solidez sin resultar aparatoso. El touchpad amplio y el sistema de audio con cuatro altavoces (dos tweeters de 2 vatios ubicados en la barra de sonido y dos woofers de 2 vatios en las esquinas inferiores del dispositivo)n es compatible con Dolby Atmos, lo cual añade un extra de inmersión para contenidos multimedia o presentaciones.

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Si nos detenemos en el teclado, aprovecha casi todo el ancho del dispositivo y las teclas cuentan con un mecanismo de pulsación suave que proporciona una experiencia de escritura ágil y precisa, con un excelente recorrido de 1,5 mm. En el lado derecho tenemos unos accesos rápidos para facilitar las funciones más comunes: energía inteligente (cambia los perfiles entre rendimiento, equilibrado y silencioso), perfil de audio, modo de cuidado ocular, aplicación favorita (podemos configurar la que queramos: un toque para abrir, dos para reasignar la función) y lector de huellas dactilares para iniciar sesión fácilmente en Windows y otras apps. Son este tipo de detalles los que demuestran que los diseñadores de Lenovo piensan de verdad en los usuarios.

En un entorno de trabajo diario —sea oficina, aula, estudio de diseño o en movilidad— el Yoga 9i cumple de forma destacada. Su formato convertible permite adoptar modos que otros portátiles rígidos no ofrecen; su pantalla y audio lo hacen apto tanto para edición ligera de vídeo o imagen como para consumo de entretenimiento; y su presencia premium se nota al usarlo. La propuesta justifica su precio, que actualmente ronda los 1.500 euros.

La autonomía de la versión OLED 2,8K es de 26,5 horas reproduciendo vídeo en local y 16,5 en navegación web. Según Lenovo, la batería mantiene el 80 % tras mil ciclos de carga/descarga. El cargador es de 65 vatios y muy compacto, y el equipo recupera 8 horas de autonomía con solo 15 minutos de carga, lo que brinda una gran tranquilidad al movernos entre la cafetería, la oficina o casa.

En cuanto al software, disponemos de la última versión de Windows Copilot+, con nuevas características como Cocreador (convierte ideas en arte con pequeños modelos de lenguaje locales); efectos de estudio (para mejorar la experiencia de videoconferencia, todo accesible a través de la barra de tareas); Subtítulos en directo (traduce hasta 44 idiomas al inglés con cualquier contenido que estemos escuchando) y Recall (almacena fotos diarias de la pantalla para recuperar fácilmente información que hayamos olvidado).

Para quien trabaja con creatividad —edición fotográfica, ilustración, notas digitalizadas, presentaciones— resulta especialmente interesante el Yoga Pen, que junto a la excelente pantalla de este equipo permite desarrollar proyectos de diseño o bocetos rápidos. Asimismo, para teletrabajo o movilidad, la bisagra de 360 grados añade flexibilidad: cambiar al modo tienda para presentaciones, al modo tableta para apuntes o al portátil para escritura tradicional. Para tareas más exigentes como edición 4K extensa, simulaciones o juegos pesados, quizá se quede corto frente a equipos con GPU dedicada o refrigeración más robusta.

En resumen, el Lenovo Yoga 9i 2-in-1 Gen 10 se presenta como un portátil convertible de gama alta que intenta ofrecer lo mejor de ambos mundos: potencia suficiente, diseño adaptable, pantalla de calidad y movilidad. Tiene aciertos de sobra —sobre todo si se le da un uso variado que combine productividad, creatividad y ocio—, aunque su capacidad de expansión es limitada al venir la mayoría de componentes soldados a la placa.