El Tarragona deja el último puesto al sorprender a un desconocido Obra

B. F. TARRAGONA/AGENCIA.

SANTIAGO

El conjunto que entrena Moncho Fernández solo anotó nueve puntos en el cuarto final del encuentro

18 dic 2010 . Actualizado a las 03:25 h.

Algún día tenía que llegar el primer tropiezo, aunque nadie esperaba que fuese ayer en Tarragona. Ya advirtió Moncho Fernández en la previa del potencial del Tarragona en su cancha, pese a la pésima posición que ocupa el cuadro de Berni Álvarez en la tabla. Y el encuentro acabó dándole la razón.

El Obradoiro se despidió de su condición de invicto al caer derrotado en El Serrallo en un duelo que al descanso parecía encarrilado para los santiagueses. Sin embargo, el mal arranque tras el paso por vestuarios y sobre todo un desafortunado último período acabó condenando a los compostelanos a cosechar su primera derrota de la temporada: 76-69.

Le costó entrar en juego a Obra. El líder de la LEB Oro arrancó en Tarragona algo frío, quizá contagiado por el desangelado ambiente que reinaba en el pabellón, con apenas media entrada de su aforo. Aún así, los pronósticos de Moncho Fernández en la previa se cumplieron y los catalanes plantaron batalla al todopoderoso líder.

Penúltimo

El Tarragona, penúltimo en la tabla, salió sin complejos ante el quinteto santiagués. Transcurridos cuatro minutos del partido ya mandaba en el electrónico por ocho puntos de renta (11-3). El Obra se mostraba muy desacertado en el lanzamiento desde el perímetro y solo encontraba el premio de la canasta cuando el juego interior entraba en escena.

Los compostelanos hicieron valer su poderío en la pintura para endosar un parcial de 0-6 que ajustaba las rentas a falta de un minuto (18-16). El técnico local, Berni Álvarez, solicitó tiempo muerto a la mesa de anotación y reaccionaron los catalanes acabando el primer período con un parcial de 4-0 que les permitía acabar los diez minutos iniciales con renta de 22-16.

Tanto Berni Álvarez como Moncho Fernández ordenaron mayor intensidad defensiva a sus pupilos. Eso se tradujo en un juego más trabado y con escasa anotación en los albores del segundo acto. A Tarragona, sobre todo, le costó mucho encontrar el aro rival. Prueba de ello es que no lograría su primer punto superado el ecuador del cuarto y desde la línea de personal.

Corbacho, con un lanzamiento desde detrás del arco de 6,75 metros, inauguró el cuarto para un Obradoiro que iba a poner la quinta velocidad en pos de la remontada. De la mano del Tuky Bulfoni, el conjunto gallego iba a asestar un golpe de autoridad que les permitió voltear el marcador y marcharse al descanso en ventaja. Los triples, tres en los últimos cuatro minutos; la paciencia en ataque, buscando siempre el balance juego interior-exterior; y la férrea defensa que secó al Tarragona, apenas ocho puntos en el cuarto; permitieron a los santiagueses irse a vestuarios con seis puntos de ventaja (30-36).

Salida en tromba del conjunto local en el tercer cuarto, con un parcial de 12-2 que le servía para retomar el liderazgo en el marcador. Oglesby, Franklin y Alba los que decidían en ataque, pero todo el conjunto del Tarragona trabajaba defensivamente a la perfección. En los últimos instantes, no obstante, despertó el Obra con siete puntos del balear Corbacho (56-60).

Intensidad

La igualdad en el marcador se mantuvo en los cinco primeros minutos del definitivo período, merced a la intensidad de la defensa local. Alternativas y replicas constantes que hacían presagiar un final emocionante. Los compostelanos no encontraban la manera de anotar y lo aprovecharon los locales para seguir haciendo la goma. Y, esta vez, el desenlace no sonrió a los gallegos. En el último minuto, Alba lograba un 2+1, cerraba el rebote defensivo y anotaba los dos tiros libres que, a la postre, sentenciaron el encuentro.