Air Berlin se plantea por primera vez abrir rutas internacionales sin escala

M. Cheda SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

El grupo con base en Palma aspira a recibir al menos medio millón de la Xunta para publicitar la ciudad en el exterior

30 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Recién cumplido un lustro desde su implantación en Santiago a comienzos de noviembre del 2005, Air Berlin sostiene estar sopesando ahora por primera vez la posibilidad de inaugurar en Lavacolla, ya hacia finales del próximo otoño, entre una y dos rutas internacionales directas, o sea, sin escalas vía Palma de Mallorca, un modelo de negocio este último que actualmente aplica a todas sus operaciones dentro de Galicia. Motu proprio, dicho anuncio lo realizó el subdirector de la compañía para España y Portugal, Pablo Caspers, en declaraciones a La Voz ayer por la mañana, justo cuando la Xunta se halla a punto de cerrar su mapa de enlaces patrocinados de cara al 2011, un programa que, al menos provisionalmente, marca diferencias con el del 2010 en tanto que excluye a la firma teutona de la lista de beneficiarios, la cual integran Ryanair, Vueling, Easyjet y Air Nostrum.

«A petición de [la sociedad autonómica] Turgalicia y en colaboración con [su gerente] Carmen Pita, en principio, estamos analizando cuatro posibles destinos non-stop», explicó el citado ejecutivo. Sin descartar por completo Viena (Austria) ni Stuttgart (Alemania), no obstante, las prospecciones de mercado realizadas hasta la fecha sugieren la conveniencia de optar antes por un par de capitales germanas alternativas: Berlín y Dusseldorf, ambas dotadas de sendos nudos de enlaces tan vastos que, en caso de cristalizar la iniciativa, posibilitarían a cualquier gallego contratar a precios «muy asequibles», facturando solo en origen y soportando entremedias apenas una «breve» parada, viajes a múltiples regiones del Planeta, entre ellas, Asia, Escandinavia, Norteamérica y el Caribe.

Desde la segunda de esas terminales, el grupo representado por Caspers oferta semanalmente siete salidas a Nueve York, tres a Los Ángeles, otras tantas a Miami, las mismas a Fort Myers y una menos a San Francisco, en Estados Unidos, así como cuatro a Bangkok (Tailandia), una a Cancún, otra a Varadero (Cuba) y dos a la canadiense Vancouver, Tel Aviv (Israel) y Punta Cana, en la República Dominicana. Mientras que en la otra comercializa, siempre en temporada alta, trece a Moscú, Oslo (Noruega), Helsinki (Finlandia) y Estocolmo (Suecia), doce a Copenhague (Dinamarca), ocho a San Petersburgo (Rusia), la mitad a Cracovia (Polonia) y una cuarta parte a Reikiavik (Islandia), amén de a las islas griegas Corfú y Rodas.

¿Por qué ahora y no antes? «Porque al fin -alegó- vemos que en el corto plazo sí hay ya un alto potencial para establecer una o dos operaciones non-stop desde Lavacolla y lograr que sean rentables. Aunque hoy no exista esa masa crítica precisa para ello, para conseguirla antes del 1 de noviembre bastarían unos meses de fuerte promoción de Santiago como destino singular entre las poblaciones de Berlín, Dusseldorf y tal vez de los países nórdicos. Y nosotros somos el mejor aliado de los poderes públicos tanto para desarrollar esa publicidad como para poner los aviones». ¿Y a cambio de qué? El directivo de Air Berlin no ocultó que la puesta en marcha de esa campaña y la posterior apertura de rutas exteriores depende de que «cerremos ya con Turgalicia, en el menor tiempo posible, un convenio para la cofinanciación de todas esas acciones necesarias por un valor mínimo de medio millón de euros, aunque lo ideal sería que contáramos con uno o dos».