Santiago lleva ya este año 138 ERE que afectan a 1.550 empleos

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Finsa, Santos, Daviña, Castrosua o Tórculo, entre las firmas que se han acogido

04 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La grave crisis económica que sacude al país está dejando a su paso un panorama desolador, como si de un huracán se tratara. Solo en Compostela y su comarca, desde el pasado mes de enero, se han contabilizado 138 Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), una cifra récord que ha llevado a extinguir, suspender o reducir la jornada laboral de 1.550 trabajadores. Empleados pertenecientes a todos los sectores, con especial incidencia en la construcción y empresas auxiliares, y que trabajaban para negocios de distinto tamaño y condición. Las regulaciones han afectado en Compostela y su comarca a empresas muy conocidas como Castrosua -que ha efectuado dos EREs, uno de extinción y otro de suspensión para casi toda la plantilla-, Finsa, Panrico, Santos, Daviña, Itelsis, Redesyl, Tórculo o Construcciones La Rosaleda, entre otras. También han tenido una especial incidencia en el sector de la venta de automóviles, muy dañado por el brutal desplome del consumo y por la restricción al crédito.

Gonzacar, Noyamóvil o Autos Lobelle figuran entre las empresas que han efectuado regulaciones de empleo. Más allá de los ajustes eventuales o definitivos a los que se ven abocados los negocios con mayor grado de conocimiento social, mucho más presentes en los medios, lo que demuestra la relación de EREs de que dispone el Consello Galego de Relacións Laborais (CGRL) es que se está produciendo un goteo incesante y silencioso de expedientes que evidencia una progresiva destrucción del tejido productivo. Algo que explica, también, las insoportables y crecientes cifras de paro. Un desempleo que afecta a todas las edades y cada vez con mayor intensidad a las capas sociales mejor formadas.

El impacto de la reforma

La evolución desde enero demuestra, además, y de forma incontestable, que la reforma laboral aprobada por Rajoy está ayudando a las empresas a soltar lastre y emprender ajustes y, en consecuencia, a incrementar el número de puestos de trabajo destruidos. «A toda la cifra de EREs y personal afectado habría que sumar prejubilaciones, bajas incentivadas y despidos, es decir, que el volumen de afectados por la crisis es mucho mayor; estamos ante una destrucción de tejido productivo en la zona que no tiene precedentes», puntualiza José Domingo Barros, de UGT.

Algunas de las empresas consultadas revelan que la suspensión y la reducción de la actividad, en ocasiones, no está determinada solo por la caída de la demanda sino por graves problemas de financiación y liquidez, consecuencia directa de las restricciones al crédito que imponen las entidades financieras. Esto es muy relevante, por ejemplo, en el pequeño comercio, un tipo de negocio que no suele acogerse a los ERE, pero donde la no renovación de pólizas de crédito está haciendo estragos. Tanto, que en ocasiones impide a los establecimientos aprovisionarse de mercancía. Manuel Lago, economista de Comisiones Obreras, pone el acento en la destrucción del comercio en Santiago. Y alerta de que las previsiones a corto plazo no son nada alentadoras. «En una ciudad con tantos funcionarios, donde el sector público tiene un peso enorme en relación a otros sitios de Galicia, la supresión de la extra de Navidad va a ser letal para el comercio durante diciembre», advierte. Se trata de un mes, además, en el que muchos establecimientos son capaces de cuadrar las cuentas de todo el año.