El sector apoya la tasa y la oposición duda

M.Mosteiro / X. rodríguez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

PP, BNG y PSOE cuestionan la eficacia de gravar a los excursionistas como pretende Noriega

28 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la única excepción de la Asociación de Comerciantes Compostela Monumental, el sector respalda la creación de la tasa a excursionistas. Por su parte, PSOE y BNG dudan de su eficacia, y el PP la califica de ocurrencia de CA. En medio de la polémica, el Concello no tiene definido cómo implantará la tasa, y tampoco su compatibilidad con la que ya se cobra a los buses por entrar en la dársena de Xoán XXIII. En el 2016 pasaron por este apeadero 11.170 autobuses, que generaron 139.752 euros con una media de 12,53 euros por autocar.

José Ángel Blanco, gerente de Compostela Monumental, tacha de «locura» la idea de «cobrar por entrar en la ciudad», y considera que esa medida dañará la imagen de Santiago. El gerente de la entidad, José A. Blanco, reclama al Concello mejoras en los servicios básicos del casco histórico y recuerda que «sigue habiendo problemas con la conexión de Internet, recogida de basura o gas». Precisamente, Rita Sobrado, vicepresidenta de Hostelería Compostela, considera que la tasa a los excursionistas permitiría «sufragar» los gastos generados por los visitantes, que «no dejan nada en la ciudad, y sí muchos gastos». En su opinión, los recursos no solo podrían destinarse a campañas de promoción en temporada baja, sino también a la limpieza de las zonas más afectadas por estas visitas. Sobrado insistió en que «los excursionistas generan unos gastos, que pagamos todos con nuestros impuestos». En este mismo sentido se pronunció Manuel Oreiro, Turoperador y gerente de la Agencia Viloria, que reclama tanto al Concello como a la Xunta que se consulte al sector, y considera que «no puede darse ni un sí ni un no rotundos». Acepta la creación de la tasa a excursionistas, pero siempre que «se trate de aquellos que van de paso, los que vienen en una ruta y, tras unas horas, se marchan sin más. Hablo, por ejemplo, de los cruceristas, que ni desayunan, ni comen ni compran».

Delmiro Prieto, de Santiago Centro, respalda la creación de la tasa turística, no solo a los excursionistas, porque «los que creen que dejarán de venir turistas por la tasa no piensan. En Italia está extendida, y no se deja de ir. Oporto la pondrá en marcha, 3 euros, y se seguirá visitando».

Todos vienen a coincidir en que los recursos deben repercutir en el propio sector. Oreiro apuntó que deberían ir «especialmente a la puesta en marcha de campañas dirigidas a atraer turismo de calidad».

En el seno municipal, el grupo popular considera que la tasa es «unha nova improvisación» de Martiño Noriega que no atiende a una planificación o a un Plan Estratéxico. Resalta que carece de rigor y sustento documental. El PP dice desconocer el planteamiento sobre este tema y considera que puede haber una confusión entre tasa turística y tasa de aparcamiento. Consideran los populares que Compostela Aberta debería poner su empeño en sacar adelante el Plan Estratéxico de Turismo.

Los socialistas refieren que la propuesta no está sustentada en ningún estudio y se preguntan cuál es el objetivo de la tasa y si se ha hecho, por ejemplo, una comparación con la de Dubrovnik. Paco Reyes piensa que se podían trabajar aspectos recaudatorios como la tasa a los cajeros o a las compañías de teléfonos móviles. Cree que «no es mala idea estudiar la tasa, pero en serio» y que la iniciativa desvía la atención de otros temas graves.

El BNG estima que la medida sería «un parche» que no resolvería el problema de fondo y que proporcionaría una recaudación mínima porque los autobuses descargarían en otros puntos. «É unha iniciativa que está na boa dirección, pero cunha utilidade baixa», dice Rubén Cela.

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