La oposición demanda opciones para los pisos turísticos del casco histórico

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Compostela Aberta precisa mayoría absoluta para sacar adelante la modificación puntual del plan

14 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno local se enfrenta a una semana caliente. Ahora mismo no tiene garantías de que vaya a prosperar la modificación puntual del Plan Especial (PE) del casco viejo que consolidaría la paralización de la concesión de licencias para alojamientos turísticos. Y el tiempo no juega a su favor. Ni la aritmética, porque no le llega con la abstención de los grupos minoritarios de la oposición que en tantas ocasiones le ha facilitado cuestiones de competencia plenaria.

Con el PP ya posicionado en contra de una propuesta que deja en situación irregular a las viviendas turísticas amparadas por la normativa de la Xunta, Compostela Aberta (CA) requiere del apoyo expreso del PSOE, el único grupo que le puede garantizar la mayoría absoluta que exige dicha modificación. Pendiente de analizar el tema a fondo y del encuentro que el martes tendrá, como los demás grupos, con la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), el PSOE no se pronuncia aún. No sobre la orientación de su voto, pero sí sobre la actitud de CA, que sigue, dice en coincidencia con el BNG, como si tuviese una mayoría absoluta de la que carece.

«Con nós non tratou o tema», afirma Paco Reyes, consciente de que habrá que tener en cuenta tanto el impacto de la propia medida como el de no tomarla. Pero no deja de diferenciar, como Agustín Hernández (PP) y Goretti Sanmartín (BNG), entre el sector profesional y las viviendas turísticas. Son estas las que están en el fondo del debate. Aviturga se resiste a quedar en la situación alegal en que las colocará el planeamiento cuando tienen autorización de la Xunta. Y la oposición requiere que se tenga en cuenta esa circunstancia.

Reyes no cree que una interpretación «restritiva» de la directiva comunitaria de servicios sea lo mejor hasta que no se resuelva, jurídica o normativamente, si además de la autonómica es exigible la licencia local, como defiende CA. Y el BNG no oculta, aun compartiendo la filosofía de limitar los establecimientos hoteleros en el casco, que el texto de CA no le gusta. Es el mismo que llevó en junio a la comisión de Urbanismo, dice, y que quedó pendiente tras demandársele alternativas para esas viviendas: «Habería que buscar unha solución, aínda que sexa transitoria». Posibilidad que no descarta Reyes para las ya autorizadas. Para Hernández, la solución es fácil: dejar fuera del texto los pisos turísticos, que no constaban en él cuando se expuso al público, lo que los dejó «en indefensión».

Si vence la actual moratoria, no podrá haber otra en cuatro años

El gobierno no solo depende de una aritmética plenaria en la que nada incidirán las vacantes del PSOE y PP (esta puntual), sino también del calendario. Porque si precisa mayoría absoluta, la consolidación de la paralización de licencias también está sujeta a plazos. La aprobación inicial de la modificación puntual del PE añadió 24 meses a los 12 de moratoria que había aprobado Raxoi previamente. Pero el plazo vence el 25 de noviembre y, sin el visto bueno definitivo a ese cambio, podrían autorizarse nuevas licencias. Y sin posibilidad de fijar una nueva suspensión hasta dentro de cuatro años. Así lo recoge la propuesta de CA. El edil de Espazos Cidadáns, Jorge Duarte, defiende la consolidación de esa suspensión, hasta que el nuevo PE resuelva. Y afirma que mientras no se aclare jurídicamente la situación de las viviendas autorizadas por la Xunta, no se actuará sobre ellas. Pero para el sector no es cuestión de fe, sino de que la normativa contemple su situación.