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PP, PSOE y BNG lo urgen y dudan de que llegue a tiempo; el alcalde asegura que sí
04 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La Xunta de Goberno aprobaba el 22 de febrero el plazo de inscripción para el programa municipal de conciliación en las vacaciones de verano. Lo hacía nada menos que con tres meses de antelación. Fijado para entre el 13 y el 31 de mayo, ese período no se ha abierto todavía. Faltan diez días. Todo un ejercicio de diligencia. Pero no es esa la presteza que la oposición observa con el tema de los comedores. Todos sus portavoces coincidieron ayer en que Compostela Aberta (CA) no será capaz de tener el nuevo contrato en marcha para el curso.
Todo apunta a que se repetirá «o fiasco» del primer año de gestión del gobierno de Martiño Noriega, dice Agustín Hernández, cuando después de dos convocatorias frustradas y con meses de prestación sin contrato, finalmente Raxoi tuvo que contratarlo de forma directa con la empresa que ya lo prestaba. «Dá a sensación de que será un dos primeiros problemas que terá que afrontar o próximo goberno pola incapacidade de Manuel Dios e do alcalde, o máximo responsable», apuntaba ayer el popular, en un lamento compartido por el socialista Paco Reyes y la nacionalista Goretti Sanmartín. Para Reyes, «CA rematará o mandato igual que o empezou: amosando a súa nula capacidade de xestión». El socialista afirma que Raxoi todavía acaba de contratar la redacción de los pliegos con una empresa, en un nuevo ejemplo de «improvisación e abandono nun tema tan sensible». «Empezaron mal e terminan mal», concluye.
Goretti Sanmartín hacía hincapié en esa misma queja dando por hecho que no habrá nuevo contrato para septiembre. Con el pliego todavía sin contrastar con la Federaciáon de Asociacións de Nais e Pais de Alumnos, el verano en puertas y un contrato de esa entidad, la nacionalista tampoco lo ve factible.
El alcalde, sin embargo, defiende que se llegará a tiempo. «O traballo está practicamente pechado e en prazo para poder licitalo», dijo ayer, aunque sin aportar plazos. «Non hai tempos regulados para a licitación, pero vaise chegar para prestar o servizo». Un servicio que el Ayuntamiento «nunca deixou de prestar», dijo, pasando de puntillas -cuando se le recordó- sobre la polémica dilación del proceso licitador con que arrancó el mandato. Sí contrapuso la atención del servicio municipal con los que gestiona la Xunta. En Santiago «non houbo un día no que os nenos non comeran nos comedores, a diferenza de comedores onde a Xunta licita o servizo, onde nos atopamos con bocadillos, pizzas e demais en moitos momentos».
El pliego de la basura, pendiente del mercado
El que ya es seguro que no se licitará antes de que concluya el mandato (apenas quedan tres semanas) es el nuevo contrato de la recogida de basura. Aunque Raxoi trabaja en sus pliegos desde hace al menos dos años, la Xunta de Goberno aprobaba aún ayer someterlos a consulta del sector. Según Noriega, se trata de una medida garantista para evitar que pueda haber problemas posteriormente con los pliegos.
Este servicio está en el último año de su prórroga, aprobada recientemente, por lo que el procedimiento para su renovación se mantiene dentro de lo previsto y no hay retraso ni preocupación de que no llegue a tiempo, dijo el regidor. Si hay que hablar de preocupación, esa estaría más en el transporte público. Ahí reconoce «que se chega tarde» y lo achaca a cambios en la Ley de Contratación. La Xunta de Goberno aprobó también la modificación presupuestaria para las obras (200.000 euros) de restitución de la legalidad urbanística que debe afrontar el Concello, por sentencia, en un edificio de Conxo. La licencia es de 1991.