Hace ya dos años que el Gobierno local de Santiago, con Compostela Aberta al frente, inició el proceso judicial para recuperar la propiedad de las estatuas del maestro Mateo que formaban parte del conjunto escultórico del pórtico de la Gloria. Y va para rato, porque la otra parte, la familia Franco, cuenta con la garantía de los juzgados, que no otorgarán la titularidad a la Administración local si no pueden demostrarlo. Con Meirás, más de lo mismo. El Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña admitió recientemente las solicitudes del Concello de Sada y de la Xunta de Galicia para intervenir en el proceso iniciado por el Estado para reclamar a la familia Franco la propiedad del pazo, hoy en manos de los herederos del dictador. El litigio también irá para largo, porque de nuevo, los Franco disponen de la salvaguardia de la Justicia para defender sus derechos. Y también en lo que se refiere a la casa Cornide de A Coruña, que el Concello quiere recuperar, pero que para ello precisa de un aval judicial que anule la cesión de la propiedad a Carmen Polo en el año 1961. Ahora, el Tribunal Supremo le da la razón al Gobierno y autoriza la exhumación de los restos del Franco del Valle de los Caídos y desestima el recurso de la familia, que pretendía enterrarlos en la Catedral de la Almudena. Los nietos del dictador no están de acuerdo y anuncian que recurrirán al Tribunal Constitucional, el intérprete supremo de la Constitución Española, ese compendio de leyes que defiende los derechos de todos los españoles, también de los que añoran los tiempos en los que no existía.