Condenado un falso revisor de la luz que se llevó los 15.000 euros que tenía una señora en su casa

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

OSCAR CELA

La Audiencia confirma su pena de un año de prisión, pero le absuelve por otro caso y su cómplice nunca fue identificado

17 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Quién puede guardar nada menos que 15.000 euros en una caja en el cobertizo de su casa? Esa tendencia extendida en el rural gallego de tener mucho efectivo encima le jugó una muy mala pasada a una vecina de Santiago, que vio como dos falsos empleados de una empresa eléctrica le robaron el dinero al despiste, haciéndole creer que tenían que revisar los contadores.

El incidente se produjo el 8 de julio del 2016 sobre las 11.45 horas. Dos hombres se presentaron en la puerta de la señora víctima del robo y se hicieron pasar por revisores de la luz. Tras llevar a cabo una falsa comprobación de los contadores, le reclamaron 100,9 euros por un supuesto cambio en el cuadro eléctrico que no habían hecho.

La mujer, con toda su buena voluntad, fue al cobertizo en el que tenía 15.100 euros guardados en una caja y cogió cien para abonar la falsa factura. Mientras uno de los cacos le cobraba y la despistaba haciéndole firmar unos papeles, el otro aprovechó para ir al cobertizo y apropiarse de todo el dinero.

Cuando la señora descubrió que había sido víctima de un robo, denunció los hechos ante la Policía Nacional, que llegó a identificar a uno de los ladrones, pero no al otro. En el juicio, el acusado fue condenado por este robo y por otro que se produjo tres días antes, también en Santiago, a una señora a la que le birlaron 2.500 euros con el mismo método.

El otro incidente

Sin embargo, tras recurrirse por parte del acusado aquella primera sentencia, la sección sexta de la Audiencia Provincial, que es la que tiene su sede en Santiago, le ha dado la razón en parte y le ha absuelto del robo de los 2.500 euros. Por contra, confirma la culpabilidad del único acusado en el caso de los 15.000 euros y también le condena por un delito leve de estafa por haber simulado una reparación del cuadro de contadores que en realidad no hizo. Por este motivo, la pena es de 180 euros de multa y también deberá devolver los 100,90 euros que cobró a la señora.

El que se va a librar de toda culpa es el compinche del condenado, al que la Policía no pudo detener en relación a estos hechos porque ninguna de sus víctimas pudo identificarle plenamente.

Precisamente, esa falta de identificación fue la estrategia de defensa que siguió el acusado en el juicio al que tuvo que enfrentarse y también en el recurso presentado ante la Audiencia Provincial. Aseguró que la mujer a la que le robaron 2.500 euros dudó en la vista oral a la hora de señalarle como el autor del robo y la sala le da la razón porque recuerda que «la jurisprudencia constitucional es absolutamente clara y constante al imponer una doble condición para destruir la presunción de inocencia: primero, que se haya practicado una mínima actividad probatoria o, si se prefiere, que la declaración de culpabilidad se base en alguna prueba solicitada por el acusador y efectivamente practicada; segundo, que los resultados de esa mínima actividad probatoria de cargo puedan razonablemente ser valorados en sentido inculpatorio para el acusado».

En este caso, el tribunal entiende que no ha quedado probado que fuese el acusado el autor del robo a la señora a la que le quitaron 2.500 euros y que no es suficiente que si se le considere culpable del otro, del de los 15.000 euros, y que en ambos el modus operandi empleado fuese el mismo.