El gordo no toca, pero alegra el día en el colegio Peleteiro y a los vecinos de Montouto

Un quinto premio madrugador en la administración de lotería de Porta Faxeira parecía indicar que, como otras localidades gallegas, Santiago iba a llevarse una buena alegría en el sorteo de Navidad. No fue así, pero las terminaciones y los números próximos al máximo premio dejaron más que satisfechos a los empleados del colegio Peleteiro y a los vecinos de Montouto. En el primer caso, no les tocó el gordo por un número, y en el segundo, las dos últimas cifras del 72897 dejaron un pellizco consolador a la mayoría de los clientes del despacho que regenta Alba Vinke.

Lo de Porta Faxeira es un clásico y este año no podía faltar. El 37023, uno de los primeros premios en salir, dejó 60.000 euros en la administración que regenta José Luis Tojo. Diez décimos premiados que, según el lotero, fueron vendidos en ventanilla. «Seguramente vaia repartido entre a xente que pasou e comprou», decía Tojo, contento pese a que este año el covid lo dejó sin los ingresos de los turistas y peregrinos que otras veces se agolpaban ante su despacho. Un nivel de ventas que propició que ya repartiese suerte en el 2013, 2011 y 2007; este último año, del gordo.

También los vecinos de Montouto se acercaron ayer en una algarabía controlada —normas de seguridad obligan— a la administración que regenta Alba Vinke para celebrar que buena parte de su clientela se volvía para casa con 120 euros en el bolsillo. La lotera no disimulaba su satisfacción: «La gente está eufórica, vienen todos por aquí a comprobar sus números o a cambiar los décimos para Reyes!». La fidelidad al 13797, al que está abonado el despacho desde hace tiempo, les dejó las dos últimas terminaciones del gordo, y como el número se vendió completo, fueron 204.000 euros que ayudarán a celebrar la Navidad con mejor cara. El local de Teo vendió también un décimo del 43.831, un quinto premio tardío que, al menos, dejó también otro boleto premiado en Pontevea.

La de Santiago es una comarca abonada a los quintos premios, los más repartidos y repetidos en los últimos años.

«Esto levanta el ánimo», dicen los profesores del colegio tras recibir mil euros cada uno 

«¡Por un número no nos llevamos el gordo!», exclamaba ayer el director del colegio Peleteiro. Pero Luis Peleteiro no estaba pesaroso, ni mucho menos, porque la aproximación al 72897 permitió que cada uno de los 250 trabajadores del centro, entre ellos sus 150 profesores, se fuesen de vacaciones con mil euros más en el bolsillo. El centro escolar reparte todos los años diez euros de lotería entre el personal, y esta vez, el número elegido fue el 72896, exactamente el anterior al gordo, que pasó de refilón por la comarca en dirección hacia otras localidades del sur: O Grove, Vigo y O Porriño. Cada décimo está premiado con 2.000 euros, de manera que toda la plantilla se llevó la mitad, y ese aguinaldo inesperado les llevó a sacar las guitarras y celebrar la buena nueva como se merece y como ellos se merecen después de un inicio de curso realmente complicado por las restricciones y los miedos del coronavirus.

Aunque los agraciados fueron los profesores, los alumnos se contagiaron también de la alegría que se extendió como un virus simpático por Monte Redondo. «Los niños alucinaban al vernos a todos tan contentos», decía Ana Tejo, tutora de quinto de primaria y madre de dos escolares. «En un año tan difícil, esto te levanta el ánimo», reconocía.

Un «grolo» de cava

Aunque los más veteranos no recuerdan otros premios más allá de las típicas terminaciones, la esperanza es lo último que se pierde, y por eso una profesora se había llevado de casa una botella de cava, «por si acaso». Acertó, y así todos ellos echaron un grolo y brindaron con entusiasmo en un año realmente necesitado de buenas noticias.

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