El área sanitaria de Santiago solicita formar a 40 médicos, un 33 % más, para reforzar atención primaria
SANTIAGO
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Incorpora cuatro nuevos centros de salud a la docencia y doblará hasta ocho plazas la especialización de enfermería
04 ene 2022 . Actualizado a las 23:38 h.El área sanitaria de Santiago y Barbanza está a la espera de la autorización del Ministerio de Sanidad para poder formar hasta 40 nuevos especialistas de medicina familiar y comunitaria en cada convocatoria anual. Son 10 más (de 64 que gestiona Sanidade para toda Galicia) y suponen un incremento del 33 % respecto a las 30 plazas actuales. Para conseguirlo, los centros de salud de O Milladoiro (Ames), Silleda, Pobra do Caramiñal y Rianxo se sumarán a los que ya tienen profesionales preparados para ejercer como tutores de los nuevos mir. Además, en el 2022 duplica la capacidad para especializar enfermería en atención primaria, hasta 8 plazas (ahora son 4).
El objetivo es reforzar las plantillas de los centros de atención primaria y resolver las carencias actuales para encontrar personal sustituto cuando se necesita, además de relevar a quienes se jubilan y mejorar las necesidades asistenciales.
«A nosa petición está na comisión estatal da especialidade e continuamos á espera de que se aprobe. É importante que haxa máis profesionais para dirixir a formación dos novos residentes, para non sobrecargar a quen xa exercen como formadores», explica Sergio Cinza, responsable de la unidad docente multidisciplinar de atención primaria del área sanitaria, que recibió un reconocimiento de calidad en noviembre por su labor.
En el 2021 se cubrieron por primera vez 30 plazas de mir de familia. En el 2020 se incorporaron 24; y 12 y 11 en el 2019 y 2018. En total suman las 77 plazas de mir de familia actuales. Su formación dura 4 años. Tienen como referencia centros de salud de Santiago (el Concepción Arenal) y Santa Comba (3 tutores en cada uno); Ordes, A Estrada, Ribeira, Boiro, Porto do Son, Noia y Muros (2 tutores en cada); y en Arzúa, Bertamiráns (Ames), Fontiñas, Vite y Conxo (de Santiago), Oroso, Padrón, y Valga (1 tutor en cada). La formación de enfermería es en Santiago, Santa Comba, Oroso, Ordes, Ribeira, Noia y Valga.
Se pretende que cada tutor supervise como máximo un nuevo mir cada dos años, y que permanezca con él durante el cuatrienio. Se consigue casi siempre, asegura Cinza. Los 3 primeros años pasan un trimestre en el centro de salud y el último año permanecen 11 o 12 meses. El resto del tiempo rotan por medicina interna, cardiología, neumología, endocrinología, cuidados paliativos, hospitalización a domicilio y otros servicios hospitalarios. Cuando acaban el mir tienen que ser capaces de llevar la consulta solos. Además de atención primaria, el título les abre puertas para trabajar en urgencias (en la formación están en las de hospitales y puntos de atención continuada), en el 061, mutuas, y en algún caso optaron por dedicarse a la gestión sanitaria.

Patricia Conde, mir de último año: «Espero ejercer en primaria, aunque ahora, por la presión del covid, el trabajo es brutal»
Patricia Conde finaliza en marzo la formación de especialista de medicina familiar y comunitaria: «Debía terminar en mayo, pero tuve una baja por maternidad, se suspendió mi contrato un tiempo y acabo ahora. Quienes comenzaron la especialidad conmigo ya trabajan: cuatro en atención primaria y seis en urgencias del Clínico y del hospital de Barbanza; ninguno eligió el 061 ni otra opción», explica.
Sobre su expectativa, afirma que «Espero trabajar en atención primaria; aunque ahora mismo, por la presión del covid, el trabajo es brutal, porque se hace el seguimiento de quienes pasan la enfermedad en el domicilio, que son casi todos: tienes que llamarlos, segur su evolución, la valoración por teléfono es complicada, y hay mucho trabajo burocrático para bajas y papeleos. Se están haciendo de 60 a 70 consultas diarias y es una barbaridad, se pierde la esencia de primaria; ya en el confinamiento se pasó muy mal. Además, diciembre, enero y febrero son meses con mucho trabajo en primaria, por la mayor agudización de enfermedades crónicas».
Patricia confía en una oferta laboral interesante para ejercer en un centro de salud «porque medicina de familia tiene una parte muy bonita e interesante, pues permite hacer un seguimiento muy cercando del paciente, lo acabas conociendo mucho, a veces lo acompañas hasta el final; y abordas patologías muy diferentes, que suponen un desafío profesional», sostiene.
Patricia se especializó en el centro de salud de Porto do Son y en los hospitales de Santiago y Ribeira. El covid también alteró su formación, pues tuvo que ajustar rotaciones y suspender una estancia de un mes en Suecia para ampliar su formación, indica.