Miguel Gelabert: «Los niños son prioritarios, porque tienen un desarrollo muy rápido»

irene martín SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Es el presidente del congreso de Neurocirugía pediátrica, que reúne a cien especialistas que abordarán malformaciones, tumores y epilepsia esta semana en Santiago

15 mar 2022 . Actualizado a las 18:49 h.

Vuelven las actividades presenciales, como la XXXVII Reunión de la Sociedad Española de Neurocirugía Pediátrica (Senepe), que se celebra esta semana en la Facultade de Medicina de Santiago con la asistencia de un centenar de especialistas. Malformaciones, tumores y epilepsia en edad infantil conforman el panel de patologías que tratará el congreso, cuyo presidente es Miguel Gelabert González (Santiago, 1955), jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Clínico Universitario (CHUS) de la ciudad.

«En los niños el tumor cerebral ocupa el segundo lugar, tras las leucemias. En general, tienen buen pronóstico, ya que han mejorado mucho las técnicas de diagnóstico, algo que nos permite detectarlos precozmente. En cuanto a la epilepsia infantil, es bastante frecuente, aunque la mayoría de los casos se pueden controlar con medicación. Pero hay un grupo pequeño que se muestra rebelde, así que va a necesitar cirugía», según indica el doctor Gelabert, orgulloso al mismo tiempo de que el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago sea centro de referencia del Servicio Nacional de Salud, acreditación que permite acudir a él a cualquier paciente epiléptico del país.

El servicio de Neurocirugía de Santiago tiene en la actualidad nueve médicos y cuatro residentes. «Nos vendrían bien más quirófanos, algo que ya contempla el proyecto de ampliación del Hospital Clínico. Para nosotros, los niños son prioritarios, porque tienen un desarrollo muy rápido, así que cualquier anomalía hay que detectarla y atajarla a tiempo», tal como explica el cirujano. La relación profesional con otros colegas de España es «muy provechosa», según añade, porque se cruzan casos de pacientes cuando se impone una opinión más experta en un determinado ámbito o diagnóstico.

Durante la pandemia se contagió el 80% del servicio, lo que los obligó a estar cuarentenados, contagios que se produjeron fuera, se apresura a decir el jefe del mismo. «Operamos pacientes con tumores y hemorragias que tenían coronavirus, pero que no podían esperar. Y ninguno de nuestros cirujanos se contagió en el quirófano gracias a los equipos de protección individual y a los estrictos protocolos de seguridad marcados por la dirección del hospital», advierte el neurocirujano compostelano.

Miguel Gelabert también es profesor de Neurocirugía en la Facultade de Medicina, donde ha dirigido siete tesis doctorales: «Disfruto por igual realizando la actividad quirúrgica y la docente. En el aula les digo a los alumnos que la neurocirugía es una especialidad difícil que exige formación continua, debido a que están en constante desarrollo los avances tecnológicos, que, por otro lado, nos permiten operar cada vez con menos daño».

Uno de los principales problemas que se atisban en la Facultade de Medicina de la USC es la renovación del profesorado. «No tenemos gente suficiente para asumir el relevo; una preocupación menor en el hospital, ya que somos un servicio donde la mitad de los especialistas tienen menos de cincuenta años, lo que garantiza la continuidad de la actividad quirúrgica», señala.

La Sociedad Española de Neurocirugía Pediátrica fue la segunda sociedad de Europa, fundada en 1984 en Santillana del Mar, «consolidándose en poco tiempo» como referencia en el continente. Santiago ya acogió su reunión nacional en 1996, a la que habían asistido solo unos treinta profesionales.