El Compostela se desconectó y ya inició en marzo sus vacaciones

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Sumó 10 de los últimos 36 puntos tras golear al Salamanca en San Lázaro

19 may 2022 . Actualizado a las 11:30 h.

El Compos se quedó sin gasolina a finales de febrero. La cuesta de marzo fue un infierno y el equipo ya nunca recuperó la confianza ni su buen fútbol. Tras una gran primera vuelta, el colectivo que entrena Rodri Veiga arrancó la segunda parte de la temporada con menos velocidad, pero sin llegar todavía a la depresión.

Empezó el 2022 con dos empates ante el campeón Pontevedra y frente al Palencia Atlético, equipo que consiguió clasificarse al final para la promoción de ascenso. Cayó contra el Móstoles, otro conjunto que se hundió en la segunda vuelta, lo que provocó su descenso de categoría. Después, dos duelos ante candidatos al cambio de división, con un desigual resultado. Triunfo ante el Leganés B y derrota frente al Bergantiños.

El 23 de febrero, el Compos disputó su encuentro de la primera vuelta aplazado por el covid. Se celebró en San Lázaro ante el Salamanca. Fue el principio del fin. Ese día, entre semana, los de Rodri realizaron un buen partido, con mucha pegada. Golearon a los salmantinos.

De forma incomprensible, cuando menos se esperaba y después de un gran partido, el Compos se quedó sin fuerzas, a doce fechas para la conclusión de la liga regular. En aquel momento, en vísperas de recibir al Arenteiro en la capital gallega, nadie podía imaginarse el tremendo caos que iba a enviar al infierno a los jugadores blanquiazules. Tras golear al Salamanca, el Compostela tenía un buen colchón de cinco puntos con respecto al primer equipo que estaba fuera del ansiado play off de ascenso.

El once gallego igualó en casa con el Arenteiro, un equipo que estaba cotizando al alza. Luego, lo nunca visto a lo largo del curso. Los blanquiazules encadenaron tres derrotas consecutivas ante conjuntos de la zona baja de la tabla clasificatoria de la Segunda RFEF (Marino de Luanco, Llanera y Gimnástica Segoviana). Ocho jornadas estuvo el Compostela sin ganar.

Muchas derrotas

La parte final del campeonato fue un verdadero calvario para los de Rodri Veiga, incapaces de salir a flote. Intentaron recuperar algo de oxígeno en el último suspiro con los triunfos ante Arousa y Ceares, pero ya nada pudo evitar el fracaso. El equipo se quedó fuera de los puestos de promoción.

En las doce fechas finales de la competición, el Compos solo ganó dos partidos. Empató cuatro y perdió seis. Sumó 10 de los 36 puntos que disputó. Por eso, los de Rodri Veiga se despidieron del campeonato e iniciaron de forma anticipada sus vacaciones.