















El caos no cesa en el entorno del hospital de Santiago: coches en aceras, zonas ajardinadas, rotondas, carriles de circulación y en el acceso a Urgencias
10 jun 2022 . Actualizado a las 23:17 h.«Tengo cita a la una, pero prefiero venir con tiempo, porque aparcar en el Clínico es un milagro», apunta Carmen Dios, una vecina de Ribeira, que llegó al hospital con su padre poco después de las diez, casi tres horas antes. Ella, junto a otras seis personas, esperaban ayer por la mañana su turno en la zona de aparcamiento situada frente a la entrada de consultas del hospital. Ricardo Iglesias es otro de los pacientes que, procedente de Sigüeiro (Oroso), esperaba a que saliera algún coche para dejar el suyo, «y solo si se me echa el tiempo encima lo llevo al aparcamiento subterráneo». José Trigo, de Santa Comba, cuenta que para «mi desgracia, vengo con frecuencia, y es una vergüenza que hagan un hospital sin aparcamiento». Santiago Balsa, de Outes, advierte que «sería bueno que hubiera frecuencias de autobús, porque el coche es la única forma de llegar».
María Devesa, de Trazo, reconoce que dejó su coche mal aparcado, pero «salía uno, y metí el mío, no suelen multar». En su opinión, «debían recuperar las fincas que hay en el entorno para estacionar, pero entonces no hace negocio el párking».
Estos son solo unos casos entre los cientos de personas que acuden cada día a consulta o a visitar a pacientes ingresados en el Clínico, y que prefieren aparcar «como se puede, y donde queda un hueco», dice Luisa Fernández. Carmen Otero, en cambio, escapa de «sitios raros, porque solo faltaría que me lo llevara la grúa o me pusieran una multa, y sin saber el tiempo que tardaré, ir al de pago es una ruina», se lamenta Carmen. La actitud de muchos de los usuarios del complejo hospitalario es totalmente diferente a la de esta joven de Santiago, y la falta de plazas les obliga a improvisar para llegar a tiempo a las consultas.
No son más los vehículos que están mal aparcados que los que ocupan de forma correcta una plaza en superficie, pero la sensación al recorrer los alrededores del edificio hospitalario es que el caos es absoluto. Desde muy temprano, los coches ocupan los pocos espacios ajardinados del CHUS, a los que los conductores acceden subiendo bordillos en los que arriesgan la integridad del bajo de sus vehículos. No se respetan los pasos de peatones ni, mucho menos, las aceras. Y, como si se tratara de una plaza oficial, cuando un coche sale de uno de estos espacios prohibidos hay varios conductores esperando. La tensión llega a tal nivel, que las discusiones están al orden del día, y en algunos momentos la pugna por ocupar un espacio para estacionar sube de tono, e incluso se intercambian amenazas.
Las líneas amarillas, que claramente indican que no se puede parar ni estacionar, no impiden el aparcamiento, y da igual que se trate de uno de los carriles de acceso a Urgencias. Ayer, poco antes de las once, una fila de cuatro coches ocupaban parte del carril de acceso al párking subterráneo y tenían dos ruedas sobre la acera. Cualquier rincón se aprovecha para abandonar el coche. Un vehículo de gran cilindrada estaba estacionado junto a la rotonda de acceso Clínico desde la avenida de Barcelona, y otro ocupaba un carril en la glorieta de acceso desde la rúa da Cantaleta.
El mal aparcamiento afecta incluso a calles de fuera del recinto hospitalario, y ayer se podían ver varios coches sobre las aceras de la rúa Sempre en Galiza.
Las tarifas del párking Choupana subirán en los próximos días
Los conductores que estacionaron ayer en el párking Choupana, frente al Clínico, aún pagaron las mismas tarifas en vigor desde el 2019, pero no será por mucho tiempo. La Xunta de Goberno Local aprobó el lunes un incremento del coste del aparcamiento subterráneo de la zona hospitalaria del 8,1 %. Hasta ahora dejar el coche media hora supone pagar un euro, y con la nueva tarifa sube cinco céntimos. Los usuarios se quejan de que el tiempo de estancia en el hospital supera con creces la hora, y algunos casos es necesario tener allí el vehículo todo el día.
Una hora de párking supondrá pagar 2,25 euros, 15 céntimos más; por 90 minutos 3,50, hasta ahora 3,20 euros. Dos horas costarán 4,70 (antes 4,35). A partir de cinco horas, a los usuarios les compensaba pagar el bono de 24 horas, que costaba 9,95 euros frente a los 10,35 euros si se pagaba por taquilla. Por ahora no hay cartel de nueva tarifa de 24 horas, pero conviene que los usuarios estén atentos.