El Gobierno sostiene que las obras pendientes de la A-54 irán «a velocidade de cruceiro»

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol ARZÚA / LA VOZ

SANTIAGO

NOGUEROL

Ve superada la complejidad técnica del tramo Melide-Arzúa

20 mar 2023 . Actualizado a las 12:40 h.

Las obras de la autovía Lugo-Santiago (A-54) en el tramo con menos porcentaje de ejecución, el de Melide-Arzúa, empezarán a avanzar «a velocidade de cruceiro». Lo dijo este viernes el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, en la visita que lo desplazó a la parroquia arzuana de Vilantime para conocer el estado de los trabajos, que podrán acometerse a un ritmo mayor que hasta ahora, puesto que «está moi avanzada a complexidade técnica», explicó Miñones en referencia a las veinticinco estructuras que hay a lo largo de los 16,4 kilómetros de trazado: nueve viaductos, una decena de pasos superiores, y seis inferiores, además de cuatro enlaces.

El máximo representante gubernamental en la comunidad puso su visita a las obras como ejemplo del «compromiso», afirmó, del Ejecutivo de Sánchez con la vertebración del interior de Galicia, y para ello, defendió, «contamos cos medios e o orzamento necesarios para cumprir co compromiso que nos marcamos no 2018, cando nos atopamos cunha infraestrutura que estaba máis ben parada, e non co avance que debería ter xa daquela». Finales del 2024 es el plazo que se marcó el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para concluir la A-54, que es «unha das obras en desenvolvemento de maior calado, e maior investimento de España», apuntó José Miñones. Más de doscientas personas, entre operarios y técnicos, con una dotación de medio centenar de máquinas, trabajan en los 28 kilómetros de obra pendiente de la A-54, con una inversión de 116,8 millones para el tramo Melide-Arzúa, y de 85,6 para el itinerario Palas de Rei-Melide.

En las cifras se detuvo el jefe de Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia, Ángel González del Río, quien destacó que una vez estén en funcionamiento los 93 kilómetros de autovía, con una inversión global de 703,3 millones, el tiempo de desplazamiento entre Lugo y Santiago se reducirá a 50 minutos, la mitad de lo que se tarda ahora por cualquiera de las diferentes alternativas. Por su parte, la directora de obra, Marta Latas, calificó de «complejos» los dos tramos pendientes de la A-54, debido a las medidas correctoras que hubo que implementar para cumplir con la Declaración de Impacto Ambiental sobre una zona protegida como Lugar de Interés Comunitario (LIC), así como para proteger vestigios arqueológicos como el complejo de hornos que se halló a los pies del viaducto sobre el río Boente.

La importancia de la autovía Lugo-Santiago como eje vertebrador del interior de Galicia, y la urgencia para concluirla la reivindicaron el regidor de Melide, el independiente José Manuel Pérez; el de Santiso, Manuel Adán (BNG); y la teniente de alcalde de Arzúa, Begoña Balado (PSdeG).