La policía sigue la pista a una pareja que se va sin pagar de locales de hostelería de Santiago

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Imagen de archivo de un bar en la Rúa do Franco de Santiago
Imagen de archivo de un bar en la Rúa do Franco de Santiago PACO RODRÍGUEZ

El sector ya envió avisos a sus socios para alertarlos y que denuncien esas prácticas

23 ago 2023 . Actualizado a las 19:03 h.

Varios establecimientos hosteleros de Santiago están siendo víctimas de las prácticas de dos jóvenes que, después de consumir en sus locales, se marchan sin pagar. Se trata de una situación extendida en otras ciudades y que también en Compostela se produce «con más frecuencia de lo que parece», según aseguran en el sector. La particularidad es que los hosteleros santiagueses están siendo víctimas estos días de las maniobras de la misma pareja. Una de sus primeras acciones tuvo lugar durante el puente festivo de San Roque, aunque también han trascendido casos durante el este fin de semana pasado, cuando esa misma pareja volvió a marcharse de un restaurante del casco histórico sin abonar la cuenta después de darse un festín. En el sector indican que entre los locales afectados hay un restaurante con estrella Michelin.

Ante los reiterados avisos que se recibieron en la asociación Hostelería Compostela, la entidad decidió remitir una alerta a sus asociados para que estén atentos, extremen las precauciones y presenten la denuncia correspondiente ante la Policía Nacional en caso de sufrir esa práctica. Fuentes de la comisaria de Santiago señalan que están al tanto del problema, pero que no se han producido denuncias. En cualquier caso, están atentos a los movimientos de esa pareja.

Se trata de una chica y un chico jóvenes y que van vestidos de una manera muy informal. En uno de los locales afectados, una cafetería de la rúa San Clemente, apuntaron que la joven mide algo más de 1,60, tiene pelo largo, castaño y ondulado, y que cuando visitó el establecimiento portaba un bolso grande lleno de otros más pequeños. Él es moreno, con pelo corto y, cuando visitó el local de San Clemente, llevaba una gorra que no se quitó en ningún momento. La pareja no levantó de entrada las sospechas del personal, que asegura que en su caso la cuenta que dejaron sin pagar no fue elevada, porque solo pidieron un café grande, un helado y poco más. Como en la terraza del local había muchas personas, los camareros no se percataron del momento en que se ausentó la pareja. Algunas personas comentaron a los camareros de la cafetería que la joven ha sido vista en otros locales acompañada de otro hombre. Porque la pareja repitió la misma operación en otros restaurantes, entre ellos, otro situado también en San Clemente.

El modo de operar es siempre el mismo. Se sientan en la terraza y, sin llamar la atención, piden la comida y la degustan tranquilamente, sin levantar sospechas. «Sin agobios», comentó uno de los afectados. Aprovechando que hay muchos clientes, en un momento de despiste o cuando los camareros entran en el local, se levantan y se marchan sin más.

«Mi hija vio algo raro, pero no puedes negar el servicio sin más»

Uno de los locales afectados por las cuentas que la pareja deja sin pagar es el restaurante italiano L'incontro, en la Rúa do Vilar. Aunque el personal había recibido el aviso del sector, cuando pudieron confirmar que eran ellos ya era tarde. «Mi hija vio algo raro, pero no puedes negar el servicio sin más», asegura la propietaria. En todo caso, apostilla, cuando se percataron de que podía ser la pareja de la que habían sido alertados por Hostelería, ya era tarde.

En L'incontro la pareja pidió «una botella de vino italiano de los buenos, de 24 euros. Almejas, dos pizzas, coulant y café». La factura fue de alrededor de 84 euros. La propietaria del restaurante apunta que avisó a la Policía Nacional cuando su hija la llamó para decirle que le parecía que la pareja de la que avisaban desde Hostelería estaba en su terraza, pero no fueron «porque no había hecho nada aún». En un momento de despiste, cuando se le cayó el dinero a un cliente, se fueron.

Un cliente avisó por dónde habían escapado y fueron interceptados. Al llegar la Policía Nacional, se los llevaron. La propietaria asegura que es la cuarta o quinta vez que alguien se va sin pagar. En otra ocasión, revela, «perdí tanto tiempo ante el juez, que no sé si vale la pena».