Vivir en Santiago pendientes de la riada: «Sin llover mucho, el camino ya es un río»

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Los vecinos de Viso piden que se canalice el agua de la AP-9 y del lago del Gaiás

02 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de Viso viven, cuando empieza la temporada de borrascas, pendientes de las previsiones meteorológicas para planificar sus movimientos fuera de sus casas. Los que residen en las viviendas más próximas al río saben que, más pronto que tarde, necesitarán de katiuskas para poner un pie en la calle, porque el camino se convertirá en una fervenza peligrosa.

Los residentes en la zona alta verán, desde sus ventanas, como el agua corre por las calles de este núcleo de Santiago reconvertidas en canales venecianos, pero con una fuerte pendiente. Estos problemas «no existen desde siempre, todo empezó con la construcción de la AP-9, y se agravaron con la canalización de las aguas del Gaiás hacia el lago», explica Rocío Martínez, directiva de la asociación de vecinos. Desde la entidad vecinal llevan años reclamando al Concello que adopte medidas o interpele a las Administraciones responsables para que aumenten los diámetros de las canalizaciones de las aguas de la autopista y del lago del Gaiás.

Desde las últimas riadas, la calles del interior de Viso están destrozadas, «y peor se pondrán», advierte Martínez. El asfalto está roto, y lleno de piedras y lodo que procede de los corrimientos de tierra que arrancan en las inmediaciones de la autopista. Cuando llueve con intensidad, el agua que sale de la AP-9 por los aliviaderos de la vía supera el pequeño canal construido para conducir el caudal al río, e inunda calles y caminos. Las pistas, que hasta no hace mucho eran utilizadas para ir a las fincas de los vecinos, «han desaparecido; son ahora un riachuelo y no hace falta que llueva mucho». De hecho, ayer, antes de que Ciarán empezase a azotar Santiago, no era posible caminar por ellos debido a la gran cantidad de agua y piedras acumuladas desde los anteriores episodios de lluvia.

El agua de la autopista se une, al final de la rúa Ponte de Viso, con la que procede del desbordamiento del lago del Gaiás. Para encauzar el agua de la presa se construyó un pequeño canal, que está desbordado desde su inicio. El canal del lago corre ladera abajo buscando el cauce del río hasta llegar al borde de la finca de Rubén Míguez, donde el agua salta un muro para invadir la rúa y seguir calle abajo hasta el Sar. En un intento por evitar la inundación de su finca, Rubén Míguez retiró la maleza que tapona el canal a la altura de su parcela, con la esperanza de que las próximas lluvias tengan el paso libre para seguir por la canalización subterránea sin inundar la calle. «No es normal que los vecinos tengamos que encargarnos de limpiar los tubos», apuntan.