El conselleiro de Sanidade se reúne con las enfermas de cáncer del Clínico y se compromete a abordar los retrasos en las revisiones
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SANTIAGO

La Asociación de Pacientes del CHUS mantuvo un encuentro con Caamaño y el nuevo gerente para agilizar las esperas y la gestión
15 may 2024 . Actualizado a las 12:31 h.Trece usuarios de la Asociación de Pacientes del CHUS, la mayoría enfermas de cáncer de mama, se reunieron este martes con el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, y el nuevo gerente del área sanitaria de Santiago, Ángel Facio, apenas unas horas después de su toma de posesión. En el encuentro estuvo también el gerente del Sergas, José Ramón Parada, y el director xeral de Asistencia Sanitaria, Alfredo José Silva. Dos horas en las que las usuarias relataron los retrasos que sufren los enfermos oncológicos en sus revisiones, así como los problemas derivados tanto del sistema de buzón para dar citas, que incumple una normativa del año 2004, como de la saturación del hospital de día, con pacientes esperando doce horas para ponerse el tratamiento.
Los responsables de la Consellería y del área sanitaria se comprometieron a analizar la situación y abordar los problemas. En el caso del hospital de día, por ejemplo, admiten que es una cuestión de gestión que se puede solventar. Otro problema que se planteó en el encuentro, explica el portavoz de la asociación, Fernando Abraldes, es que el único psicólogo para atender a estos enfermos oncológicos es el de la Asociación Española contra el Cáncer, cuyo trabajo es encomiable pero lógicamente limitado, «e por exemplo non pode entrar nas historias clínicas».
Las afectadas agradecieron la rapidez de los nuevos directivos en reunirse con ellos y confían en que se tomen medidas. El problema afecta a aquellas pacientes, sobre todo de cáncer de mama, que habiendo finalizado los tratamientos activos sufren retrasos de hasta ocho meses en las revisiones, cuyos tiempos están marcados en protocolos científicos.