As Pontes, Cedeira y Mesía son los concellos con más hectáreas registradas
01 jul 2024 . Actualizado a las 12:15 h.La producción ecológica está considerada una apuesta de futuro y los datos de la evolución productiva de Galicia así lo demuestran, con una cobertura territorial que abarca 279 municipios en los que están registradas 46.967 hectáreas, con un volumen de ventas de 113.336.312 euros. Así consta en la última Memoria do Sector Ecolóxico de Galicia publicada por el Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega) correspondiente al 2023.
En esta radiografía gallega la provincia coruñesa es la que tiene más municipios con explotaciones y empresas del sector, al estar presente en 88 ayuntamientos, frente a los 63 registrados en Lugo, los 72 de Ourense y los 56 de Pontevedra. Por el contrario, a la hora de contabilizar la superficie ecológica certificada es la provincia de Lugo la que tiene más suelo amparado, con 22.708,68 hectáreas, seguida de Ourense con 17.270,78. A Coruña está en tercer lugar, con 4.948,91 hectáreas y Pontevedra es la que menos superficie certificada registra, con 2.038,64 hectáreas.
Las estadísticas del Craega confirman en el año pasado un leve retroceso en superficie certificada en A Coruña, que bajó de 5.050,37 a las citadas 4.948,91 hectáreas. Y no fue la única, ya que la provincia de Pontevedra sufrió el año pasado un reseñable descenso del 29 % respecto al 2022 mientras que Lugo cayó un 2,9 %. Ourense, sin embargo, experimentó un crecimiento significativo del 20 %, por lo que el cómputo final subió un 2,96 %.
En cualquier caso, la evolución de la provincia coruñesa en la última década confirma un notable crecimiento al pasar de 1.620,79 hectáreas en el 2013 a las 4.948,91 registradas en la última memoria, que el consejo regulador acaba de publicar. Se multiplicó por tres. Este crecimiento es el segundo más elevado de Galicia solo superado por Lugo, con un 325 %, ya que el contabilizado en Ourense es del 289 %, mientras que el de Pontevedra fue del 185 %.
Además de la superficie destinada a la producción ecológica, que el consejo regulador clasifica como cultivos de tierra que se pueden arar, pastos permanentes y cultivos permanentes, el Craega también supervisa a los operadores o comercializadores de productos ecológicos. En este caso, el sector cerró el 2023 con 1.552 entidades registradas frente a las 1.506 censadas en el 2022, lo que confirma la buena evolución de la demanda de todo lo ecológico. Esto también lo corrobora el informe de evolución del número de operadores, ya que dos décadas atrás estaban registrados 322, en el 2013 su número se duplicó al registrar 656 operadores. Y el millar ya se superó en el 2017, con 1.067 operadores contabilizados.
En el desglose por provincias correspondiente al año pasado, la coruñesa aporta 301 operadores ecológicos, frente a los 560 de Lugo, los 458 de Pontevedra y los 233 de Ourense.
La entidades registradas en la provincia de A Coruña durante el 2023 son los mismas que el año inmediatamente anterior pero hay cambios en el tipo de actividad. Así, el año pasado había 112 operadores de producción vegetal, 78 de producción animal, nueve de acuicultura y cuatro dedicados a la recogida de algas. El listado se completa con 25 comercializadores, 63 elaboradores y diez importadores.
El último informe no desglosa la producción por provincias, pero el Creaga confirma que A Coruña sigue liderando la facturación, con más de 35 millones de euros, porque en ella están buena parte de los operadores y comercializadoras.
AmoreLeite
Un paso natural hacia la producción láctea
La explotación Roidiz nació en el 2018 en la parroquia de Ribadeume (As Pontes), tras el paso de una granja convencional a una explotación ecológica. El proyecto no quedó ahí, y por lógica natural evolucionó hacia una explotación láctea con marca propia, AmoreLeite, un salto que dieron cuando su producción ya estaba en el mercado ecológico en mercados con demanda de lácteos y derivados de alta calidad. Como suele ocurrir en este tipo de iniciativas, uno de los impulsores apostó por un nuevo punto de vista de la explotación familiar. El cambio obligó a una transformación de todo el negocio y a formarse en un nuevo campo. Entre los frutos ya recogidos destaca la concesión del primer premio del galardón de Revolta Rural.
Lenatt Food
Cremas de frutos secos y premio internacional
La empresa de A Coruña LeNatt Food es casi una recién llegada al mundo de la elaboración ecológica en Galicia, pero en poco más de dos años ya tiene renombre internacional en el mundo del paladar tras haber conseguido dos premios Great Taste, un certamen que convoca anualmente la Guild of Fine Food Retailers de Londres y que en esta empresa familiar califican como «los óscar de la alimentación». Participaron en el concurso con uno de sus productos, la crema de cacao, naranja y almendra. Y tras la concesión de los premios incorporaron al etiquetado el calificativo de «excepcional» junto a su nombre comercial: Orange Exotic. En su taller artesanal trabajan con ingredientes validados por el Craega, muchos procedentes de Galicia.
Fogar do Santiso
Huerta propia y destilados para cinco restaurantes
El sello Fogar do Santiso nació en 1996 con un restaurante familiar en Teo. Con el paso de los años y manteniendo la filosofía de sus orígenes, demostró que trabajar en modo ecológico es rentable. Y así se convirtió en el primer restaurante de España con huerta ecológica certificada, que hoy tiene diez hectáreas. Con lo que cosechan suministran producto a los cinco restaurantes que este grupo tiene por toda Galicia (Teo, Santiago, Oleiros, Bueu y Allariz). También se convirtieron en la primera firma española especializada en destilados ecológicos, además de contar con una consultora de sostenibilidad, Fogar Consultores, para compartir lo aprendido. Por ello, su filosofía la resumen en «tres p: producto ecológico, planeta y personas».
Maruxas de Nata
Trece años de actividad a partir de una granja
El proyecto de Maruxas de Nata, que nació como producción ecológica en el año 2010 y que seis años más tarde se instaló en San Sadurniño, surgió con la idea de elaborar de forma artesanal, a partir de recetas sencillas con ingredientes cercanos, un producto de repostería aprovechando una propiedad familiar que antiguamente correspondía a una granja especializada en la producción láctea.
En todo este tiempo, la firma Maruxas de Nata se ha convertido en un referente de calidad Made in Galicia. El diseño de los envases, en los que también priman las consideraciones ecológicas y sostenibles, unido a las propias características de las galletas, convierten este producto en una compra para turistas y consumidores que buscan valor añadido.