El triste naufragio de la artesanía con alma santiaguesa frente al turismo del regateo

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Luis de Castro muestra uno de los diseños inspirados en Las Marías que tiene en liquidación en Devoltaemedia, con descuentos de hasta el 60 %. «Tenemos creaciones muy coloristas y merchandising de ellas de todo tipo: camisetas, mochilas, tazas, lámparas...», dice un comerciante y artesano que a partir de ahora se centrará en su faceta como escaparatista profesional, al frente de Iluisionarte.
Luis de Castro muestra uno de los diseños inspirados en Las Marías que tiene en liquidación en Devoltaemedia, con descuentos de hasta el 60 %. «Tenemos creaciones muy coloristas y merchandising de ellas de todo tipo: camisetas, mochilas, tazas, lámparas...», dice un comerciante y artesano que a partir de ahora se centrará en su faceta como escaparatista profesional, al frente de Iluisionarte. MARINA FERRADÁS

En Devoltaemedia, en San Pedro, cuentan cómo llegaron a su liquidación definitiva

05 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre los recuerdos de infancia de Luis de Castro está ver a Las Marías entrar a la confitería que tenía su abuelo en la rúa Bautizados, La Favorita, y extender la mano sin mediar palabra para que les diesen un puñado de dulces de sus carameleras. «Yo tendría unos 7 u 8 años y aquellas mujeres, tan ataviadas, con la cara blanca y que nunca decían nada me daban miedo», relata. Ya de mayor, sabiendo la historia que había detrás de las hermanas Fandiño y el sufrimiento que escondían aquellas con prendas coloridas y maquillajes recargados, acabó haciéndoles su particular homenaje y les dedicó una tienda con diseños exclusivos inspirados en ellas. Así nació en el 2019 Devoltaemedia, una tienda de artesanía con alma santiaguesa creada por un vigués —hijo de picheleira— que lleva ya unos 40 años viviendo en la capital gallega.

Dedicado al escaparatismo profesional y con una consolidada trayectoria que lo llevó tanto a trabajar tanto con pequeñas empresas locales como para grandes marcas (Mango, Armani, Custo, Louis Vuitton...), la faceta creativa de Luis lo empujó a abrir un local propio para dar rienda suelta a sus trabajos de artesanía, vinculado también a otros artistas emergentes que colaboraban con producto en depósito. En un primer momento, en As Rodas. Y, antes de la pandemia, se estableció en la rúa de San Pedro, donde ya había tenido un negocio en los años 90 y guardaba un buen recuerdo del dinamismo de esta calle: «Unía Área Central con el casco histórico de la ciudad y tenía un trajín de gente muy alto. Hoy, tras ser peatonalizada, es muy distinta y en lugar de ser una zona de paseo es más bien la entrada de un parque temático para los peregrinos, con los pros y contras que implica para los negocios. Para el pequeño comercio especializado en el producto artesano, como el mío, ha sido su ruina».

MARINA FERRADÁS

Explica, con cierto pesar desde un local en liquidación definitiva, que se concatenaron las causas que lo llevaron al naufragio: la pandemia, la inflación, un cliente de a pie que «no valora suficientemente los trabajos artesanos, de diseño y con cierta exclusividad»... Y esto se une a un nuevo perfil de público, añade: «El turigrino, que busca regalos por 1 euro y regatea hasta límites descarados. El verano del 2023 fue horrible, porque ya no es que no viniesen a la tienda a comprar sino que entraban a pedirme dinero todos los días peregrinos que decían que se habían quedado sin blanca haciendo el Camino. Son cosas que acaban quemando».

Peleó este comerciante, intentando adaptarse a la demanda con artículos que le ayudaban a salir del paso (mascarillas en la pandemia, paraguas en el invierno...), hasta que decidió abandonar esta lucha de subsistencia quijotesca. Confiesa que está siendo una despedida agridulce, «con mucha pena y frustración por una parte, pero a la vez estoy recibiendo un cariño y un feedback muy nutritivo de gente de aquí que lamenta que comercios como este desaparezcan». Destaca orgulloso Luis que, desde una tienda humilde como la suya, consiguió despertar el interés de muchos santiagueses por unas figuras que ya son icono compostelano (incluso fue germen para un roteiro por la ciudad sobre Las Marías de Carlos Labraña), pero también se dio a conocer fuera y sus diseños fandiñeiros han viajado hasta Finlandia o EE.UU.