Detenidos tres hombres por el homicidio de Antonio Costa, el propietario del puesto de carne Chelo & Muñico, en la Praza de Abastos de Santiago
SANTIAGO CIUDAD
La principal hipótesis apunta a que la agresión se produjo dentro de una discusión que empezó porque el placero llamó la atención a los tres hombres por orinar en la calle. Uno de los detenidos quedó en libertad tras declarar en comisaría. Desde la gerencia del mercado, donde se ha guardado un minuto de silencio, aseguran que todos los comerciantes están «profundamente consternados»
12 nov 2024 . Actualizado a las 19:55 h.Un mal golpe en una agresión provocada por una discusión. Esa es la principal hipótesis que maneja la Policía Nacional en el caso del homicidio de un conocido carnicero de la Praza de Abastos de Santiago, Antonio Costa Martínez, de 59 años de edad y propietario del puesto Chelo & Muñico. El motivo de la disputa lo tendrá que determinar la investigación, pero todo apunta a que el fallecido llamó la atención a tres hombres por orinar en la rúa das Ameas, una de las calles que da acceso al mercado compostelano, y que ese fue el detonante de un enfrentamiento verbal que provocó que el placero entrase en su establecimiento y cogiese un palo que siempre tenía por si necesitaba defenderse. La vara acabó en manos de los agresores, que le habrían golpeado con ella. Costa cayó al suelo a unos tres metros de la puerta, ya en el interior de la plaza, y la autopsia deberá determinar si fue al chocar contra el suelo cuando se causó el traumatismo que le provocó la muerte o si el fatal desenlace fue consecuencia de uno de los impactos recibidos durante el altercado.
La agresión se produjo al filo de las cinco de la mañana, cuando Antonio Costa se disponía a entrar a la Praza de Abastos para comenzar a trabajar. Siempre era uno de los primeros en llegar y, según apuntan los compañeros que le conocían, era una persona muy seria que no dudaba en recriminar a los que tenían comportamientos incívicos. Testigo de la agresión fue el guarda de seguridad del recinto, que no pudo hacer nada y que tuvo que ser trasladado al hospital en ambulancia en estado de shock. Su testimonio es clave para determinar todos los detalles de cómo se produjeron los hechos.
La Policía Nacional actuó con gran rapidez. Varias patrullas se presentaron en el mercado compostelano nada más producirse la agresión y la investigación no tardó en dar sus frutos. A primera hora de la mañana ya estaban identificados los tres presuntos implicados en el crimen: dos venezolanos y un italiano. Este último tiene domicilio en Santiago y 30 años de edad. De los otros dos por el momento no han trascendido esos detalles.
El primero en ser arrestado fue uno de los dos venezolanos, que ya estaba en comisaría a primera hora de la mañana. El segundo sospechoso fue localizado a mediodía y el tercero, el italiano, fue el último. Uno de ellos quedó en libertad a última hora de la tarde, tras declarar en comisaría, aunque será citado a declarar. Los otros dos pasarán a disposición judicial en las próximas horas. Si se confirman las primeras hipótesis, el delito que les podrían imputar sería el de homicidio involuntario, ya que al menos por el momento la muerte de Antonio Costa parece que fue fortuita, fruto de que a los agresores se les fue la mano o de un golpe dado con mala fortuna, pero que no había la intención de matar.
No obstante, la Policía Nacional mantiene abiertas todas las líneas de investigación posibles, pero hasta el momento no han trascendido indicios de que los tres detenidos conociesen previamente a la víctima, lo que excluye algunos de los rumores que circularon inicialmente por la Praza de Abastos, que hablaban de una posible venganza. También está descartado que el motivo del enfrentamiento fuese un robo, porque el fallecido conservaba todas sus pertenencias encima, incluidos la cartera y el dinero.
En esa labor de apuntalar todos los extremos de la investigación, la comisaría compostelana también está revisando las imágenes de las cámaras de videovigilancia que hay en establecimientos comerciales y de hostelería de las calles de la ciudad que están alrededor del mercado compostelano. Al margen de determinar si el origen de la discusión entre los agresores y la víctima fue que los primeros estaban orinando en la calle, las grabaciones también podrían ayudar a determinar si, como parece, los tres presuntos autores de la muerte se encontraban bajo los efectos del alcohol o de sustancias estupefacientes tras una noche de fiesta de la que regresaban. Eso es lo que ha trascendido y es una cuestión importante a la hora de establecer posibles responsabilidades penales, ya que podría considerarse como una atenuante.
Conmocion en la plaza
Hasta la plaza se trasladó la alcaldesa, Goretti Sanmartín, quien ha enviado «un fortísimo abrazo e condolencias para a familia» de la víctima, y el concejal de Seguridad, Xan Duro.
Horas después del suceso, desde la gerencia del Mercado se destacó que todos los comerciantes están «profundamente consternados». «Queremos enviar as nosas máis sinceras condolencias e apoio á familia e amigos. Hoxe o Mercado está de loito. Unímonos no recordo de quen nos acompañou tanto tempo co compromiso de seguirmos sendo unha comunidade unida. Descansa en paz, compañeiro», destaca la Praza en sus redes sociales.
La Asociación de Comerciantes, Empresarios y Profesionales CCA Compostela Monumental ha querido también compartir su pesar e indignación. «Queremos trasladar, en nombre de todos los asociados de nuestra entidad, y a toda la gran familia de la Plaza de Abastos, familiares y amigos del empresario Antonio Costa, nuestro más sentido pésame y repulsa por su asesinato acontecido a primeras horas de la mañana de hoy. Desde Compostela Monumental queremos mostrar nuestra solidaridad y cariño, en estos momentos tan duros para toda su familia amigos y simpatizantes de Antonio», han destacado.
Un clásico del mercado que vendía miles de hamburguesas
Antonio Costa Martínez era el propietario de uno de los establecimientos más conocidos de la plaza de abastos de Santiago, la carnicería Chelo & Muñico que fundó su madre, Consuelo, hace 73 años. Tras su trágico fallecimiento tendrá que ser su hija Gloria, que ya trabajaba con él en el puesto, la que tome el mando de un negocio famoso en la ciudad por su buen producto y, sobre todo, por sus hamburguesas. Él mismo reconocía en una entrevista en La Voz que hay sábados que en el puesto se vendían 1.500 hamburguesas.
Costa comenzó a trabajar en la carnicería en 1999, cuando tenía 34 años, por lo que acababa de cumplir un cuarto de siglo al frente del negocio. De complexión fuerte y aspecto bonachón, todos sus compañeros y amigos de la plaza compostelana coinciden en calificarlo como un hombre bueno y muy generoso. También muy serio.
Antonio era muy madrugador. Le gustaba su trabajo y era de los que estaban al pie del cañón en cuanto la plaza abría sus puertas. Le gustaba llegar entre las cuatro y media y las cinco de la madrugada al negocio, y por eso era frecuente que se topase con los efectos colaterales de la movida nocturna santiaguesa.
A Costa le hacía mucha ilusión que una de sus hijas hubiese tomado el testigo de la carnicería y que en los últimos años se estuviese implicando cada vez más. «Él con la tradición y yo buscando innovar. Creo que hacemos un buen equipo», decía ella en la entrevista. Un equipo roto por una fatalidad.