La aventura solidaria por Marruecos de Anxo y Pablo en un Panda más viejo que ellos

SANTIAGO

Este será el segundo rali benéfico del Seat del 96 de origen dubrés, aunque con distintos ocupantes
21 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando Anxo Blanco Pazos y Pablo García Gómez nacieron, el Seat Panda que compraron entre ambos ya llevaba rodando casi 10 años. El modelo de 1996, de 39 caballos, tiene su historia y estos dos jóvenes aspiran a conducirlo por un nuevo y emocionante capítulo el próximo mes. Hace dos años, Kike compró este vehículo por 1.000 euros a sus anteriores propietarios en Bembibre (Val do Dubra) para participar con él en un rali solidario. «Sin más arreglo que el de un coche cargado de juguetes, Elena y yo nos vamos a Marruecos acompañados por un Suzuki Vitara en el que iban Fran y Miguel, quienes trabajan en el CHUS. Fue una aventura impresionante y tenebrosa, porque nos pilló el terremoto en el Atlas», recuerda. Llegaron sanos y salvos, tras haber entregado su cargamento solidario al pueblo marroquí, sin imaginarse que dos chavales de la comarca santiaguesa cogerían el relevo a bordo del mismo automóvil.
«Atopamos anunciado o coche, quedamos en Santiago con Kike e xa llo compramos», relata Pablo, amiense de 20 años que reside en A Ponte Ulla (Vedra). Él ya había convencido —sin mucho esfuerzo— a su excompañero de instituto de embarcarse juntos en el UniRaid, un desafío de 8 días por el antiguo trazado del París-Dakar, convertido en una prueba de orientación que cruza Marruecos de norte a sur para entregar un mínimo 40 kilos de material humanitario en las escuelas del desierto. «Coincidimos no IES de Ames e coñecémonos dende segundo da ESO. Aos dous nos gusta moito o tema dos coches. Falabamos de ir a exposicións, coleccionabamos figuriñas de Hot Wheels... e, haberá ano e medio, Pablo faloume desta opción. Compramos o Panda no 2023 e o ano pasado estivemos preparando todo nos nosos ratos libres. Os dous somos estudantes e el, enriba de estar facendo un ciclo de Automoción, traballa de camareiro nas fins de semana, polo que tivemos o problema de sacar tempo para isto», explica Anxo, un dubrés que hace Deseño Industrial en Ferrol y es un apasionado de la Fórmula 1 y los ralis.
Ahora atan los últimos cabos para enfrentarse al UniRaid del 8 al 15 de febrero y sumar otros 2.400 kilómetros a los más de 160.000 que ya tiene el Seat sobre su chasis, desafiando de nuevo el desierto, el frío y los contratiempos mecánicos. «Motívanos tanto a idea de axudar como vivir a experiencia», dicen los veinteañeros que poseen uno de los Pandas más famosos de la comarca, con permiso de Borja Iglesias. «Xa temos algo de roupa, xoguetes, temos pensado levar material informático e escolar, e Kike seguramente nos axude con produtos de hixiene persoal, ademais de todos os consellos que nos deu», comentan dos amigos que han ido recaudando donaciones a través del boca a boca y aún siguen abiertos a colaboraciones (los interesados pueden escribirles por Instagram a @marbellaraiders). El reto que ya superaron es el de conseguir patrocinadores, entre los cuales están el Concello de Vedra, la gasolinera Ulla Oil y las empresas Gamma Xulio y Ferroglobe. A partir de aquí, todo queda en manos del clásico y sus nuevos pilotos.