«Estaba trabajando muchísimo para otros y decidí trabajar muchísimo para mí»
SANTIAGO
La santiaguesa Leticia Rey es gestora y a sus 28 años dio un salto de fe y abrió su propia empresa en Ames
29 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Vivía con un sueldo precario por sacar adelante el trabajo de dos o tres personas, a menudo le tocaba hacer 10 o 12 horas diarias y, «si no pedía que me pagasen las horas extras, todo el mundo se hacía el loco... ni las gracias te daban», relata Leticia Rey Carracedo. Seguro que a muchos le suenan este tipo de condiciones laborales, del manual de la vieja escuela, tan difíciles de revertir. Esto es lo que llevó a Leti, una compostelana de 28 años, a dar un salto de fe hacia el emprendimiento, asumiendo todos los riesgos y preocupaciones que conlleva ser autónoma.
«Me di cuenta que estaba dedicándole un montón de tiempo a una empresa que no era mía. Estaba trabajando muchísimo para otros y decidí trabajar muchísimo para mí. Si soy capaz de esforzarme a esos niveles para otras personas, hacerlo en mi propio beneficio no me va a doler tanto, pensé», recuerda la responsable de LRC Gestoría Administrativa, empresa que abrió sus puertas a tiempo completo a finales de octubre en O Milladoiro (Ames), localidad en la que también reside ella.
«Empecé a trabajar en esto antes de acabar la carrera de ADE en la USC. En un principio iba a llevar contabilidad, pero vi que se me daba bien tratar con el cliente y que tengo facilidad para conectar con la gente, así que me fueron metiendo en otro departamento hasta llevar una parte de tráfico, que son las transacciones de compraventa de vehículos entre particulares, trámites de cambio de titularidad del coche, altas...», relata. Cogió experiencia en distintas gestorías durante un lustro, especializándose en distintas áreas, e hizo un máster de Gestión Administrativa para obtener la colegiación y abrir su propio negocio.
Siendo realista, tuvo que renunciar a su sueño de tener su gestoría en un bajo a pie de calle, «con un recibidor bonito... una cosa es lo que quieres y otra lo que puedes», sentencia una veinteañera pragmática, que ocupa una de las oficinas del centro de negocios de Novo Milladoiro, donde no tenía que preocuparse por una de las quejas más habituales de los clientes que ve presencialmente: la falta de aparcamiento. La acogida que recibió su gestoría fue «muy sorprendente, pero muy buena», constata. «Hubo muchos clientes que no dudaron nada en venirse conmigo y me funciona muy bien el boca a boca. Por casualidades del universo, tengo una amiga en Fuengirola a la que sus clientas le solían comentar que estaban con gestorías grandes, con un gran volumen de usuarios, y tardaban mucho en atenderlas. Empezó a hablarles de mí y hoy el 30 % de mis clientes son de Andalucía», comenta Leti, una veinteañera bastante familiar que cada vez disfruta más de los planes de día.
Destaca el apoyo que tuvo a la hora de emprender por parte de su novio, con el que vive y comparte gastos: «Yo me moría de pánico y, si las cosas iban mal, la repercusión también iba a recaer sobre él; sin embargo, me tranquilizó y animó a dar el paso, al igual que mi padre y mis amigos más cercanos. Ellos confiaron en mí al 100 % desde el primer momento y eso fue muy importante para mí».