Un proyecto de dos millones transformará Amor Ruibal, aunque quitará aparcamiento
SANTIAGO
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Ya en fase de licitación, la intervención ampliará aceras, dotará espacio para las bicis y pequeñas zonas de estar y reducirá a dos los cuatro carriles del vial
15 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La calle Amor Ruibal se transformará este año en un vial más amable, con nuevo pavimento, aceras renovadas, zonas de estar y carril bici. Será un cambio profundo que dejará en dos (uno por sentido) los actuales cuatro carriles de circulación, pero que también eliminará el aparcamiento del margen derecho, en dirección al centro. En el otro ya no existe. El proyecto, que el Ayuntamiento ha licitado prácticamente por dos millones de euros (1.922.389, IVA incluido), mantendrá algunas plazas de estacionamiento, pero será «un número mínimo», las «necesarias para un uso puntual de los residentes», según recoge la memoria de la intervención, planteada como ejemplo de renaturalización e implantación de soluciones verdes urbanas dentro del programa Entre Sar e Sarela, cofinanciado con fondos Next Generation.
Los cambios afectarán a toda la manzana conformada por Amor Ruibal, Escultor Camilo Otero, Pintor Laxeiro y la rotonda de Pontepedriña, aunque serán más notables en la primera, donde se centrará el grueso de la inversión.
Amor Ruibal quedará con una sección de dos carriles de 3,20 metros de ancho cada uno, carriles bici unidireccionales a cada margen del vial y aceras más anchas, para intercalar en su recorrido pequeños espacios de estar con mobiliario y zona de sombra. Porque la vegetación será también un elemento importante en la nueva configuración del vial y en todo el ámbito de actuación, donde se erradicarán especies invasoras, apostando por autóctonas de bajo mantenimiento que aportan, dice el proyecto, biodiversidad y enriquecen las zonas verdes.
Espacio de estar ante el instituto
Además de la vegetación propia de las zonas de estar, habrá puntos donde los carriles bici se acompañen de una franja vegetal con un ancho variable que llegará a 3 metros en la zona que toca con la rotonda, para dar seguridad al ciclista al ubicarse en el margen donde transcurren los vehículos motorizados, según indica un proyecto que incluirá también una zanja de drenaje con cobertura vegetal para concentrar y conducir la escorrentía de aguas pluviales.

Entre esos pequeños espacios de estar tendrá especial significado la zona que hay delante del instituto y del centro sociocultural, donde se eliminará el muro exterior de este último para acondicionar el acceso con escaleras o rampas. Será el área de mayor amplitud entre esos espacios de socialización, donde se mantendrán los magnolios cuyos parterres encajen con el trayecto proyectado. Las paradas del autobús y de carga y descarga se reordenarán en función de la actuación en toda la calle, que llevará pavimentos drenantes en el firme y aceras, «permitiendo la permeabilización y la mejora del metabolismo urbano».
El proyecto quiere implantar soluciones que permitan la convivencia entre los usos urbanos y las dinámicas ecológicas, también en la conexión con el parque Granell, que se hace a través de la calle Escultor Camilo Otero, donde se liberará la acera de árboles para instalar mobiliario urbano. La zona de arbolado se ubicará en la franja que se genera entre la acera y la senda ciclista que pasa por el parque Granell, donde se eliminarán áreas pavimentadas. También se reformulará la composición de las zonas de césped en esa parte del parque, donde se sembrarán herbáceas de flores autóctonas. En la plaza Pintor Laxeiro, el ámbito pavimentado en torno a la fuente se reconvertirá en verde, además de proyectarse zonas de estar vinculadas a «pequeños bosquetes autóctonos mediante el método Miyawaki», dice el proyecto, mientras una pantalla vegetal minimizará el impacto del aparcamiento bajo el viaducto del tren.
Siete meses de obra y ejecución por fases
El proyecto, que admite ofertas hasta el 11 de marzo, se licita con un período de ejecución de siete meses, lo que lleva hasta el límite el plazo para la justificación del gasto para asegurar la subvención europea. Ese plazo termina en diciembre de este año pero, para el arranque de la obra, el Concello tendrá que resolver todavía el concurso y, después, hacer el replanteamiento en la zona y que la contratista lo disponga todo para arrancar. Y eso requiere varios meses. Las obras se abordarán por fases, empezando por Amor Ruibal, para desviar el tráfico, mientras se actúa en ella, por las calles Camilo Otero, Jesús Landeira y José Pastor Horta.