Vecinos del municipio trabajan esta semana en la zona para distribuir mobiliario y electrodomésticos que enviaron en un tráiler en enero
20 feb 2025 . Actualizado a las 20:54 h.Aitor Ribadas, Mario Cañero, Luis Louro, Iria Gándara y Juan Carlos Bonhome. Son los nombres de cinco ordenses que tienen grabada en su mente la geografía del área de Valencia más castigada por la dana. Porque ellos cinco estuvieron desde el pasado jueves sobre el terreno para distribuir el material con el que lograron llenar, gracias a la solidaridad de Ordes, todo un tráiler con muebles y electrodomésticos; contaron con la ayuda de Olalla Santos, otra ordense que realiza sus prácticas de enfermería en la comunidad valenciana. Aún siguen allí, hasta finales de semana, los tres primeros, distribuyendo el material en localidades como Algemesí, Catarroja, Picaña, Torrent, Alfafar, Aldaya, Sedaví y Paiporta, la zona cero de la tragedia.
Todos ellos se integran en Voluntariado Ordes Dana, la respuesta que impulsó Ribadas en diciembre para responder a la demanda de colectivos como Adopta un mayor, que le informaron de lo más necesario para ayudar a quienes lo habían perdido todo: muebles y electrodomésticos. «Yo tengo una casa de turismo rural, y al ver la situación de Valencia en los medios, contacté con un huésped de allí para ver cómo ayudar». A los pocos días de la tragedia, en noviembre, viajaba con su coche junto a su amigo Álvaro Escariz para ayudar sobre el terreno una semana.
Al regreso a Galicia, se encontró con la petición de la chica de Algemesí que los había acogido en su casa, y creó el grupo de ayuda. Buscaron muebles de segunda mano, donaciones de vecinos y a través de las redes sociales les llegaron ofrecimientos de Santiago, A Coruña o Cambados; también Muebles Jogafán aportó material, y el 15 de enero un tráiler sufragado por una firma valenciana se llevó todo a Valencia. Es el material que están distribuyendo ahora. Porque Ribadas habla desde Algemesí de la difícil situación que se sigue viviendo en aquellas localidades: «En las casas aún están picando las paredes, recebando, otras con las paredes tiradas. Y cuesta encontrar mano de obra». Añade que lo peor es el aspecto psicológico, porque varios meses después la situación sigue siendo desesperante. Ellos regresan esta semana, pero esperan seguir colaborando desde Ordes con Valencia. Porque la ayuda, señalan, sigue siendo muy necesaria.