El PSOE decide facilitar las cuentas, que ya tienen el apoyo de los díscolos
26 feb 2025 . Actualizado a las 21:11 h.El PSOE va a facilitar en el pleno de este jueves que Santiago cuente con presupuestos en el 2025. Llegarán con retraso, asomando ya la primavera meteorológica, pero el gobierno local (BNG y Compostela Aberta, 8 concejales) tendrá sus segundas cuentas del mandato pese a la grave crisis del grupo municipal socialista (6 ediles hasta que se consume el divorcio de los cuatro díscolos), una guerra interna en una formación que está fuera del gobierno pero que es esencial para la aritmética municipal, de ahí que toda crisis se siguiera en la planta noble de Raxoi con cierta preocupación.
El apoyo de los cuatro ediles que más pronto que tarde acabarán como no adscritos ya se daba por descontando, pero aún así, para neutralizar los 11 votos de la oposición del PP es imprescindible la colaboración de los dos concejales que seguirán bajo las siglas socialistas —Sindo Guinarte y Marta Abal— y que finalmente votarán a favor de las cuentas.
Así lo ha confirmado el partido a través de un comunicado emitido a última hora del miércoles, tras una reunión convocada para definir su posición. Ese comunicado revela que las conversaciones entre la alcaldesa y el futuro portavoz del grupo socialista —Guinarte— han sido satisfactorias, evitando echar más leña a la hoguera socialista local y acotando la crisis sin salpicar a otras instituciones en las que PSOE y BNG cohabitan o colaboran con cierta estabilidad. En concreto, el PSOE explica su decisión de apoyar las cuentas de Sanmartín en la concreción de diversas partidas y en el compromiso para elaborar un plan transversal de drogodependencia.
«Non teño dúbida», afirmó este miércoles la alcaldesa nacionalista en los micrófonos de Voces de Compostela, de Radio Voz, al ser preguntada por si hoy habrá o no presupuestos. Sanmartín se mostró muy segura y casi desafiante: «Non hai razóns para non votar por estes orzamentos», que incluyen, dice, aportaciones del grupo socialista y compromisos fijados en el acuerdo de investidura y en las cuentas del 2024.
Tras consumarse el divorcio en el grupo municipal socialistas, los dos ediles oficialistas han cuestionado la falta de «ambición» de las cuentas, un amago de tensión muy leve que sus todavía compañeros díscolos calificaron ayer como «teatrillo» y «simulación de poder».
Superados los presupuestos, la alcaldesa sabe que esta ruptura ajena le obliga a redoblar esfuerzos negociadores, y que asistirá a una competición entre oficialistas y no adscritos por ver quién defiende mejor los acuerdos ante los vecinos.