La hostelería de Santiago estudia subir de nuevo los precios: «Si vendes la caña con tapa por menos de 2,5 euros, lo normal es que pierdas dinero»

SANTIAGO

Analizan si hacerlo en Semana Santa debido una inflación que sigue apretando sus márgenes: «Un local amplio puede tener fácilmente más de 25.000 euros en gastos fijos»
11 mar 2025 . Actualizado a las 12:33 h.«Lo siento, pero así no le llega». Esa es la respuesta que seguramente reciba quien, con un billete de diez euros en la mano, quiera pagar una ronda de cuatro cañas en algún bar de Santiago. Le tocará volver a sacar la cartera y poner un par de monedas sobre la barra: «Así, sí, gracias». La inflación de precios es más patente que nunca y, mientras las economías familiares la afrontan estoicamente, fuentes del sector hostelero admiten que muchos locales estudian ya nuevas subidas. Consideran la medida fundamental para hacer frente a un aumento de los costes que continúa apretando sus márgenes y poniendo en entredicho la viabilidad de muchos negocios.
«Si vendes la caña con tapa por menos de 2,5 euros, lo normal es que pierdas dinero». El que habla es un veterano profesional que pone encima de la mesa una serie de variables que, indica, hay que tener en cuenta a la hora de decidirse por un precio. Cuatro de ellos son determinantes: alquiler, personal, materia prima y la letra a pagar al banco. «Un local amplio puede tener fácilmente más de 25.000 euros en gastos fijos. Ese es un dinero que tiene que entrar todos los meses. No es tan fácil como la gente cree. Si no haces bien las cuentas, puedes tener el local lleno y estar perdiendo miles de euros».
Carlos Suárez, de La Tita, confirma que el coste de una caña con tapa se encuentra en su local entre los 2,7 y los 2,9 euros. «¿Subirla más? No, no, ya le llega. Si pudiera la bajaba, pero está todo por las nubes y creo que no somos caros. Considero que hay un punto medio y es donde intento situarme», admite el afamado hostelero, que recuerda con añoranza cuando «la caña con el pincho de tortilla costaba 1,8. Hoy sería imposible».
Pablo Cabana, del icónico Marte, mantiene la caña, con tapa, en los 2,5 euros, 2,8 en el caso de que el cliente prefiera tomarla en la terraza. Admite que están estudiando una subida porque también lo hicieron «determinados productos, como el café, los huevos y la cerveza. Nosotros aún no lo hemos hecho, pero tendremos que llevarlo a cabo». Lo harán cuando se estabilicen los costes, ya que, dice, están variando bastante últimamente y cree que podrían subir todavía más. En su caso, entiende que llegará con unos diez céntimos a mayores: «Con tapa y todos los costes no nos queda otra».
Tres euros: algo común
«Los salarios han aumentado y, aun así, es muy difícil encontrar gente; los alquileres, también; y la materia prima, lo mismo. Quien crea que volveremos a pagar 1,5 por una caña está muy equivocado. Lo que seguramente ocurra es que acabará costando, como mínimo, tres euros en casi todos lados», precisa un veterano profesional, que prefiere mantenerse en el anonimato. Admite que ese coste ya está justificado en los locales que cuentan con cerveza de bodega, que «supone un mayor coste también para ellos. Al cliente no puede costarte lo mismo que una de barril porque no es el mismo producto. La calidad hay que pagarla, como la decoración y el ambiente. No es lo mismo sentarte en un buen sillón que una silla de plástico, Tampoco puede cobrar lo mismo un propietario que no paga alquiler, que otro que sí lo asume y ha hecho una reforma que le ha costado 200.000 o 300.000 euros».
La constante subida de precios afecta también al café. La variedad arábica, que representa el 60 % de la producción mundial, se disparó el pasado año en un 40 %. Una tonelada de la robusta, la más importada en España, pasó de 2.430 euros a superar los 4.500, lo que también se traduce a pie de barra en los bares compostelanos. Encontrar un café por menos de 1,5 euros se ha convertido en un imposible. Ese es el precio del coste en el Marte, aunque viene acompañado de un pincho de tortilla y una pulga de jamón. Lo común, en cambio, es que roce los dos euros si es con leche y con un pequeño pedazo de bizcocho. ¿Podrán resistirlo los clientes y, de ser así, hasta cuándo lo harán? Esa son las preguntas que también se hacen desde el sector.
Los combinados continúan con su escalada y se acercan a los diez euros por cada copa
Sergio Fernández lleva desde el 2004 regentando el icónico pub Século IX, ubicado en el corazón del casco histórico. Como directivo de Hostelería.gal, explica que las subidas de precios serán inevitables, ya que los negocios también las continúan sufriendo en sus carnes en este 2025: «Probablemente muchos locales suban, normalmente se hace de cara al verano o a partir de Semana Santa. Se está hablando de una subida general de unos 20 céntimos de media». Explica que la cerveza se encuentra en los locales de ocio nocturno por 2,5 euros, aunque llega a los 3 en el caso de las discotecas.
Esto se debe, en gran medida, a que lógicamente van sin tapa y a que, en realidad, los combinados son su principal fuente de negocio. Sobre las copas, Fernández precisa que la horquilla está actualmente entre los 7 y 7,5 en el caso de los pubs; y los 8 y 8,5 de las discotecas. En otro de los locales nocturno como O Boneco, su propietario, Thor Rodríguez, mantiene la caña en 2,5 euros y, por el momento, cree que seguirá así durante una temporada.
En lo referente a las copas, «las básicas las tengo en los 7 euros, y en Santiago está oscilando entre ese precio y un euro más». Si se opta por bebidas prémium, el coste puede llegar a doblarse, ya que ciertas botellas pueden llegar a costar 50 euros.
Desde el sector confirman que las bebidas de mayor graduación han vivido una escalada constante del coste en los últimos años, aunque lo que realmente les genera problemas es captar personal. Esa es una dificultad añadida, puesto que, a la falta de mano de obra que ya afecta por completo al sector, se suma que solo una minoría quiere trabajar de noche. Eso obliga a asumir pagos más altos, que el cliente también tiene que asumir cuando se acerca a la barra y ve como una ronda puede costarle 50 euros.